Tamara Falcó nunca ha escondido que la fe le ha dado muchas cosas buenas. En uno de los capítulos de su docuserie, 'La marquesa', estrenada el pasado 4 de agosto en Netflix, explica que en un momento de su vida prefería quedarse en casa rezando el rosario que salir a tomar copas con amigos. De hecho, es muy dada a tener encuentros con algunas amigas para rezar. Esto está siempre entre sus planes y siempre que tiene un hueco en su agenda, lo hace. Ahora que está a punto de acabar el verano, ya tiene programado un retiro espiritual.

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Tamara Falcó enseña por fin las estancias del ático en el que vivirá con Íñigo Onieva

La marquesa de Griñón tiene programado un retiro espiritual

Ha sido ella la encargada de contarlo con emoción. "Dentro de nada haré un retiro espiritual sobre el Espíritu Santo… me han invitado mis mellis favoritas @casildafinatmc & @anifinat… no sabéis cuánto lo necesito ?… tenéis algún otro que hayáis hecho que podáis recomendarme? Feliz día a tod@s!", ha escrito emocionada.Esto es algo que suele hacer con asiduidad. De hecho, en uno de los capítulos de su serie muestra un encuentro que hace con unas amigas en Cazalla de la Sierra, Sevilla. Después de disfrutar de una comida de vigilia y de una cena, el grupo de amigas hace una videollamada con un cura, en la que también están presentes otros fieles, para rezar el rosario. Ese momento se retransmite ahora en Netflix, pero es un plan que hace de manera frecuente.

Hace planes de este tipo con frecuencia

El plan que prepara Tamara Falcó para la vuelta del verano
Redes sociales.

La hija de Isabel Preysler nos ha permitido ver a través de su docuserie aspectos de su vida que desconocíamos. De hecho, hemos podido conocer el pacto que tiene con su novio, Íñigo Onieva, y por el que precisamente se interesaba la madre de Tamara Falcó. La pareja ha llegado a un acuerdo que consiste en que él acompaña todos los domingos a su chica a misa a cambio de que ella lo acompañe a él a Lula Club todos los viernes.

Abre las puertas de su nuevo hogar

Pero su relación con la religión no es lo único de lo que habla Tamara Falcó en su docuserie. Este formato nos ha permitido ver, por ejemplo, algunas estancias de su nuevo hogar, el que compartirá con Íñigo Onieva. Como ella misma dice en el capítulo donde se muestra su casa, el ático que comprado gracias a su esfuerzo, está muy cerca de la urbanización en la que vive su madre, Isabel Preysler. Desde la terraza del que será su hogar a partir de otoño, la ‘influencer’ hace una videollamada a su chico, Íñigo Onieva, que bromea sobre la posibilidad de poner una tirolina de una casa a otra para que Isabel les mande tuppers.Su cara de felicidad lo dice todo. «Cuando entré aluciné porque es más bonito de lo que pudiera haber imaginado, es muy emocionante. Era totalmente inimaginable que pudiera permitirme uno de estos pisos», dice antes de llamar a su chico, que le hace saber que lo ha conseguido tras años de intenso trabajo.