La cantante mexicana, de 42 años, fue otra de las famosas que volvió a casa por Navidad. Y a su lado, por supuesto, iba a su único hijo, Andrea Nicolás, fruto de su matrimonio, ya roto, con el empresario español Colate Vallejo-Nágera.  El niño, que tiene tres años, vive con lógica ilusión estas mágicas fechas, y la chica dorada está encantada de disfrutarlas con él. De hecho, Paulina colgó en sus redes sociales una foto de su pequeño abriendo un regalo, con el hashtag "Feliz Navidad".

Paulina Rubio y su hijo fueron vistos en el aeropuerto LAX de Los Ángeles, posiblemente de camino a México, para celebrar la Nochebuena y la Navidad en compañía de su familia. Hay que recordar que la artista es hija de la conocida actriz azteca Susana Dosamantes.

Pau lució una imagen cómoda y deportiva.

Unas fechas entrañables para vivir con tranquilidad, justo la que le ha faltado en los últimos años a Paulina, sobre todo en lo que respecta a sus problemas judiciales con su exmarido por los términos de su divorcio y por la custodia de su hijo. De momento, parece que las aguas se han serenado y, además, la artista ha rehecho su vida junto al también cantante mexicano Gerardo Bazúa, trece años menor que ella.

Paulina Rubio también se ha refugiado en el trabajo y es una de las jurados del programa X Factor, en su versión estadounidense. Hace unos días se celebró la gran final, en la que la artista actuó en directo interpretando su tema Boys Will Be Boys, con el que, literalmente, incendió las redes sociales con multitud de comentarios para bien y para mal. Pau ha vuelto.