La artista fue una de las eurovisivas invitadas al programa de Bertín, 'Mi casa es la tuya'. Pastora Soler vivió una etapa dramática cuando en 2014, durante un concierto en Málaga, tuvo que abandonar el escenario porque sufrió un episodio de miedo escénico, que terminó con un desmayo durante una canción y se desplomó en el suelo: "El día antes del concierto de Sevilla me levanté griposa, pero no se lo dije a nadie. Entre el calor, las defensas bajas y los nervios, me desmayé en el escenario. Más que por mí, me dolía por mis padres. Estaba toda mi familia allí viéndome", confesó. Esto hizo que se mantuviera durante un tiempo alejada del foco mediático.

Durante su intervención en el programa 'Mi casa es la tuya', recordó cómo tomó esa difícil decisión de bajarse del escenario: "Me han pasado las dos cosas más dolorosas que le pueden pasar a una artista: desmayarte y quedarse sin poder seguir cantando". Ahora, que ha regresado con fuerza con un nuevo trabajo discográfico, hace su confesión más dura a Bertín: "En Málaga estaba cantando y sabía que era la última vez. No podía seguir. Salí del escenario porque tenía un cambio, pero sabía que no me salía la voz. Me metí debajo de una mesa y, si hubiera habido algo, me hubiera quitado la vida. Mi marido tuvo que salir a dar explicaciones, porque el público tenía que saber por qué no salía", relató entre lágrimas.

Desveló qué hizo en ese momento: "Quería desaparecer y lo único que pensaba era que por qué no había algo que me quitara del medio. Había demasiado dolor. Cerré los ojos, me vistieron, me metí en el coche y no abrí los ojos hasta que llegué al hotel. Esa noche no dormí y ya lo había pensado, que ya, que se acabó, que ya no podía más".

Lo que le obligó a abandonar los escenarios

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La artista fue una de las eurovisivas invitadas al programa de Bertín, 'Mi casa es la tuya'. Pastora Soler vivió una etapa dramática cuando en 2014, durante un concierto en Málaga, tuvo que abandonar el escenario porque sufrió un episodio de miedo escénico, que terminó con un desmayo durante una canción y se desplomó en el suelo.

Sus duras palabras

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"El día antes del concierto de Sevilla me levanté griposa, pero no se lo dije a nadie. Entre el calor, las defensas bajas y los nervios, me desmayé en el escenario. Más que por mí, me dolía por mis padres. Estaba toda mi familia allí viéndome", confesó. Esto hizo que se mantuviera durante un tiempo alejada del foco mediático.

Las dos cosas más dolorosas

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Recordó, con estas palabras, cómo fue ese momento de tener que abandonar los escenarios: "Me han pasado las dos cosas más dolorosas que le pueden pasar a una artista: desmayarte y quedarse sin poder seguir cantando". 

El concierto de Málaga

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"En Málaga estaba cantando y sabía que era la última vez. No podía seguir. Salí del escenario porque tenía un cambio, pero sabía que no me salía la voz. Me metí debajo de una mesa y, si hubiera habido algo, me hubiera quitado la vida. Mi marido tuvo que salir a dar explicaciones, porque el público tenía que saber por qué no salía", relató entre lágrimas.

Qué ocurri�� entonces

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"Quería desaparecer y lo único que pensaba era que por qué no había algo que me quitara del medio. Había demasiado dolor. Cerré los ojos, me vistieron, me metí en el coche y no abrí los ojos hasta que llegué al hotel. Esa noche no dormí y ya lo había pensado, que ya, que se acabó, que ya no podía más", confesó.