Los Ungría, quienes fueran familia política de Elena Tablada, están completamente desolados tras la muerte del patriarca. El pasado jueves 27 de octubre, Bernardo de Ungría Goiburu fallecia a los 98 años en Madrid debido a su avanzada edad. No ha sido hasta ahora cuando hemos sido conocedores de la trágica noticia, ya que la familia Ungría siempre se ha caracterizado por su gran discreción. Bernardo de Ungría poseía una gran fortuna gracias a la empresa Patentes y Marcas, que la fundó en 1891. Tras jubilarse, dejó el negocio en manos de su hijo Javier, el padre de Javier Ungría y exsuegro de Elena Tablada. El próximo jueves día 17 de noviembre se celebrará una misa funeral en su memoria a as 19.00 horas en la parroquia de San Agustín, en Madrid.
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La muerte de Bernardo llega tres años después de la muerte de la madre de sus hijos, que falleció en octubre del 2019 a los 92 años de edad. Los restos mortales del agente de la propiedad industrial ya descansan. La familia del fallecido no ha hecho mención alguna a su muerte durante este tiempo, pues siguen inmersos en el profundo dolor que le embargan al tener que decir adiós a uno de los pilares fundamentales de la familia.
Esto duro golpe llega en un momento crucial en la vida de su nieto, Javier Ungría, que este año se ha separado de Elena Tablada, con quien tiene una hija en común, Camilla. Fue este verano cuando salió a la luz que el empresario y la diseñadora se habían tomado un tiempo indeterminado después de comenzar su su relación en 2016 y en diciembre de 2018 sellarlo con una impresionante boda en La Habana, en la misma iglesia de los Dominicos de San Juan Letrán, donde lo habían hecho los abuelos de la diseñadora de moda. Sin embargo, lo que parecía algo temporal se ha convertido en algo definitivo después de ver las imágenes del empresario besando a otra mujer que no es Elena Tablada.
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A diferencia, su hija, Miriam de Ungría, ha vivido un año pletórico tras contraer matrimonio con el príncipe jordano Ghazi Bin Muhammad, primo del rey Abdullah II. Esta boda se celebró hace tan solo unos meses, por lo que Bernardo de Ungría pudo ser testigo de la felicidad de su hija que hace catorce años su vida sufrió un duro golpe cuando su marido, Kardam de Bulgaria, heredero del extinto trono de Bulgaria, fue víctima de un grave accidente de tráfico muy cerca de Madrid -ella también viajaba en el coche-. Las secuelas del príncipe de Tirnovo, que falleció en 2015, fueron irreversibles y ella se volcó durante años en su cuidado.