Máxima y Guillermo mostraron una vez más su cercanía con su pueblo. Su última cita oficial ha sido para felicitar a los deportistas de su país que han conseguido una medalla en los recientes Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi.

Los reyes, de hecho, pasaron unos días en la ciudad rusa, siendo los únicos monarcas que asistieron a la inauguración. Posteriormente, fueron vistos acudiendo a numerosas pruebas para impulsar con su presencia a los suyos, sin escatimar en gestos enamorados (VER AQUÍ).

Una vez de regreso, los reyes los recibieron en el palacio de La Haya, ofreciendo imágenes muy distendidas, como un gran saludo general para las cámaras. 

Máxima de Holanda, de 42 años, con su eterna sonrisa.

Máxima, que lució un conjunto en con predominantes tonos naranjas, el color oficial de la casa Orange, destacó por su simpatía y naturalidad. Los atletas de los Países Bajos vivieron así una jornada de lo más real, en reconocimiento a sus muchos triunfos en estas últimas Olimpiadas.

La selección holandesa terminó en quinta posición en el medallero con un total de 24 medallas, ocho de ellas de oro, dominando sobre todo en las pruebas de patinaje de velocidad.

 

Máxima y Guillermo son unos confesos enamorados de los deportes de invierno.