Se acerca una fecha muy importante para la familia Pantoja: el bautizo de la pequeña Carlota Rivera Rosales, la segunda hija de Kiko Rivera e Irene Rosales.

Toda la familia se encuentra muy emocionada ante la llegada de este evento que tendrá lugar en la Parroquia de Santiago de la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta, donde reside la familia.

Como no podía ser de otra manera, todas las miradas están puestas en la matriarca, Isabel Pantoja. Si recordamos el bautizo de su anterior nieta, Ana, una Isabel Pantoja que entonces comenzaba su vida fuera de prisión captó toda la atención. Esta circunstancia condicionó todos sus actos en aquel momento. Isabel Pantoja no era la persona que es hoy, una mujer que poco a poco está logrando pasar página definitivamente a uno de los capítulos más oscuros de su vida.

Las exigencias de Isabel Pantoja en el bautizo de Ana

En el bautizo de su nieta Ana, Isabel Pantoja se mostró esquiva, no sólo con la prensa sino con los invitados y con la propia familia de Irene, según comentaron algunos de los presentes. No quiso formar parte de la exclusiva pactada por Kiko Rivera e Irene Rosales, evitó a los fotógrafos, entrando por la puerta de atrás e incluso aseguran que ni siquiera quiso sentarse en la mesa presidencial para evitar exponerse más de lo que le apetecía en aquel momento.

Quedó claro que el ánimo de Isabel Pantoja entonces aún estaba tocado. Su paso por prisión le había pasado factura y la cantante mostraba una actitud cerrada y desganada, sin mucha apetencia de grandes fiestas y aglomeraciones.

Pero la tonadillera dejó claro hace pocos días que hoy se encuentra mucho mejor. Completamente desinhibida y desmelenada se dejó ver en un concierto de su hijo Kiko Rivera. Sonriente y bailarina, lo dio todo.

La llegada de su segunda nieta, Carlota, también ha llenado a Isabel Pantoja de alegría, algo que ella misma se ha encargado de dejar claro cuando dijo que estaba como loca con la pequeña.

Esta actitud mucho más cercana pone de manifiesto que en este bautizo Isabel Pantoja no repetirá las exigencias de antaño.

El bautizo de su nieta Ana

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El bautizo de su nieta Ana fue un importante evento para Isabel Pantoja en el que, sin embargo, prefirió no mostrarse. La cantante entró por la puerta de atrás y esperó a que se fueran los fotógrafos.

¿Por qué no se mostró?

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Su paso por prisión aún estaba muy reciente e Isabel Pantoja aún era recelosa de exponerse demasiado.

Huyendo de los flashes

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En el bautizo de su nieta Ana, Isabel Pantoja no dejó que los invitados la fotografiasen ni quiso participar de la exclusiva que su hijo y su nuera habían pactado.

Sin relacionarse

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Algunos también comentaron que Isabel ni siquiera se relacionó con el resto de los invitados y que se mostró especialmente distante con los familiares de Irene.

Aislada

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Dicen los presentes, que en el bautizo de su nieta Ana, Isbel Pantoja ni siquiera quiso sentarse en la mesa presidencial, para no exponerse demasiado.

Ahora es otra persona

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la actitud de Isabel Pantoja ahora es muy diferente. Hace pocos días la podíamos ver 'desmelenada' en un concierto de su hijo Kiko Rivera.Mucho más relajada en eventos públicos, Isabel ya comienza a pasar página en una de sus etapas vitales más duras.

Hoy, loca de contenta

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Cuando nació la segunda hija de Kiko Rivera e Irene Rosales, Isabel Pantoja dijo estar como loca de contenta. La actitud con esta segunda nieta es otra. Isabel se muestra más animada y relajada y seguro que a este bautizo acudirá renovada.