La boda del príncipe Harry y Meghan Markle está acaparando todas las miradas y ya es considerada la boda del año. Sin embargo, esta sobreexposición de la boda real británica está ayudando a Alejandra Romero, duquesa de Suárez, en su cometido de no hacer demasiado ruido con su enlace con Pedro Armas, al que le jurará amor eterno este sábado 21 de abril en Madrid. Esta, sin duda, será la boda aristocrática más relevante de la temporada, aunque hace unos días tuvimos constancia del compromiso de Fernando Fitz-James Stuart, futuro duque de Alba, con Sofía Palazuelo, que promete hacerle sombra, eso sí, ya en el mes de octubre.

[Para los más despistados: te detallamos quién es Alejandra Romero]

Alejandra Romero y Pedro Armas se conocieron siendo bien pequeños, cuando compartieron pupitre en el Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid. Este centro también es conocidos como la iglesia de Los Jesuitas y esta fue su primera opción para acoger como telón de fondo de su intercambio de alianzas, pero finalmente esta idea fue descartada. Con ello, tanto la ceremonia como el banquete nupcial tendrán ligar en el exclusivo club Puerta de Hierro de Madrid, más acorde con el caché de los invitados que se esperan que sean testigos de su decisivo paso.

Alejandra Romero en una imagen de archivo. (Gtres)

Este privilegiado enclave de la capital española cuenta con una capilla homologada para oficiar enlaces y, además, dispone de 200 hectáreas para que los contrayentes puedan acondicionar todo lo que tengan preparado para sus invitados. Un elenco de rostros conocidos del mundo de la política, la empresa y la aristocracia que no sienten predilección por ser objetivo de los flashes. Un problema que también se ha visto solucionado con la elección de este espacio, dado que los altos muros ayudarán a mantener a los paparazzi alejados del foco de la noticia y conseguir que la boda de Alejandra Romero y Pedro Armas sea una ceremonia búnker.

Una boda con sonadas ausencias

Aunque no se ha desvelado la lista de invitados definitiva y se prevé que los amigos de la pareja sean más numerosos que las grandes personalidades de la jet set patria, lo cierto es que sí que se sabe quién no estará entre los asistentes. Adolfo Suárez Illana, tío de Alejandra Romero, será quien protagonice la ausencia más sonada, a no ser que los astros se hayan alineado de tal forma que las desavenencias familiares que les separaba se hubiesen solucionado de manera mística.

Adolfo Suárez Illana en una imagen de archivo.

Su encarnizada lucha por el ducado de Suárez fue el punto de inflexión en su desgastada relación. El político esperaba heredar el título que el Rey Juan Carlos le concedió a su padre, el expresidente de Gobierno Adolfo Suárez. Sin embargo, tras su fallecimiento y después del cambio en la ley de sucesión de títulos nobiliarios para tener más en cuenta a las mujeres en estas cuestiones tradicionales, el título recaía en Mariam Suárez. No obstante, la hermana de Adolfo Suárez Illana tampoco se encontraba entre nosotros y su hija Alejandra se adelantó y solicitó el título que legítimamente le correspondía.

Un movimiento que no fue muy bien visto en su familia, provocando un cisma que se hará notar en la estampa nupcial que, presumiblemente, será complicada que trascienda a los medios de comunicación. Aun así, el despliegue de paparazzi este sábado se dividirá entre Madrid y Sevilla. Un dispositivo se apostará en las puertas del club Puerta de Hierro de Madrid para tratar de hacer la esperada foto de Alejandra Romero vestida de novia, mientras que la gran mayoría de medios centrará su atención en el bautizo de Carlota, la hija de Kiko Rivera e Irene Rosales.