Isabel Pantoja: toda la verdad (y las mentiras) de su gira por Estados Unidos

Huervos y los empresarios estadounidenses han tratado directamente con el representante y hermano de la cantante, Agustín Pantoja, y nos dicen que es un duro negociador. Que no ha sido fácil llegar al acuerdo definitivo. Una fuente cercana a los Pantoja deja entrever que “la cifra por actuación estaría cercana a los 100.000 dólares, y lo que le asusta a Isabel es que los periodistas le pregunten por temas personales, como es el caso de la relación con sus hijos y sus hermanos, su paso por prisión o sus problemas con Hacienda y sus otras deudas. No está por la labor de abrirse en canal. Si no lo ha hecho vendiendo una exclusiva en una revista o un programa de televisión, no lo va a hacer en ruedas de prensa”.

En un comunicado enviado en julio, se especificaba que “todos los requisitos para que doña Isabel Pantoja pueda trabajar en Estados Unidos están en completo orden y aprobados, de acuerdo a todos los documentos entregados a los promotores de su gira en suelo estadounidense del último trimestre de este año”. Con ello se confirma que la artista ha conseguido cancelar sus antecedentes penales, motivo por el que no pudo actuar en ese país en el 2018.

Recordemos que ese año, las autoridades de Estados Unidos exigieron a Isabel Pantoja un documento donde pidiera perdón por los delitos que le llevaron a la cárcel en nuestro país, ya que sus leyes consideran el fraude como un delito de grado medio y como de vileza moral. La cantante no firmó dicho documento y no le concedieron el visado para viajar hasta allí.

Pero, parece ser que la situación ha prescrito y ya no existen problemas para que entre en territorio estadounidense. El mismo Eduardo Huervos aclara que “ya está concedida la visa americana y solamente falta que la embajada de Estados Unidos en España la tramite. Esperamos que los trámites se agilicen lo antes posible”.

La tonadillera se llevará con ella a su círculo más íntimo, desde su hermano Agustín a su peluquero de confianza, Antonio Abad, su maquillador, Alberto Dugarte, y sus incondicionales Celeste, Paqui y María Ángeles Moreno, su sastra, la encargada del telepronted y su asistente personal, respectivamente. En la colección de trajes que llevará en sus actuaciones no faltará uno muy especial, un diseño de Alberto Cozar, en color morado, con el que Isabel homenajea a su madre, porque ese tono era el preferido de doña Ana, y también el del hábito del Cristo del Gran Poder, al que Isabel venera.

A la vista del gran éxito obtenido por Isabel en su gira latinoamericana de este mismo año por Argentina, Chile y Perú, los organizadores de este nuevo periplo profesional confían en que se repitan los triunfos, y, de hecho, en varias de las ciudades estadounidenses ya se han vendido todas las entradas de los conciertos.