No son buenos momentos para los famosos de nuestro país, pues una plaga de rupturas se está extendiendo entre ellos sin que parezca que exista cura. Mientras que Olga Moreno parece ser la única feliz tras haber encontrado de nuevo el amor en brazos de su representante, Agustín Etienne, como así publica SEMANA este miércoles, Tamara Falcó rompe su compromiso de boda con Íñigo Onieva por una traición, Risto Mejide y Laura Escanes se separan e Inés Ballester rompe con su marido después de 20 años de matrimonio.
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Foto: Gtres
La presentadora valenciana, a sus 64 años, ha sabido mantener la noticia en cuarentena, pues al parecer la ruptura con su marido no es reciente, aunque se acaba de confirmar. Inés Ballester ya ha comenzado una nueva vida en solitario, pero parece que ha tenido ya tiempo de superar este varapalo sentimental, pues ha pasado un año desde que tomase la decisión de disolver su matrimonio y velar por su propia felicidad. Un asunto que ya era conocido por muchos de sus familiares y allegados, aunque habían respetado su deseo de mantener esto alejado del foco mediático, hasta que finalmente ha sido imposible. Al final, la presentadora ha confirmado su ruptura matrimonial a ‘Hola’ tras 20 años de relación.
Inés Ballester ya ha tenido tiempo suficiente para recomponer su vida tras la separación y adaptarse a su nueva condición como soltera. Un año ha dado para un sinfín de sentimientos encontrados, pero parece que la determinación de separarse era firme y ahora está serena, se encuentra bien y atesora una buena relación con su exmarido, pues ha sido uno de los pilares más importantes de su vida en las últimas dos décadas y el cariño no desaparece.
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El hecho de que se trate de una ruptura amistosa evidencia el respeto que ambos se tienen y es que entre ellos la ruptura no ha venido por un revés sentimental, sino por mero desgaste por el trascurrir del tiempo que ha hecho mella en su vínculo. Han decido tomar caminos por separado, ser felices sin necesidad de compartir su vida con otra persona, lo que ha llevado a Inés Ballester a ocupar un ático en una de las zonas más exclusivas de Madrid.