Kiko Rivera sufre parálisis en la mitad de su rostro. Además, necesita ayuda para realizar determinadas tareas cotidianas.

Kiko Rivera ha recibido este lunes el alta hospitalaria después de cuatro días ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El hijo de Isabel Pantoja ha regresado al hogar que comparte con su mujer, Irene Rosales, que no se ha separado de él un instante. Y si hace apenas unas horas reflexionaba sobre la manera en la que este le ha cambiado la vida, lo cierto es que su salud es aún frágil y su recuperación se adivina lenta. Y es que son varias e importantes las secuelas que el ictus ha dejado en su cuerpo. Tal y como adelanta el programa 'Fiesta' el DJ sufre parálisis facial parcial. Pero esta no es la única consecuencia a la que tendrá que hacer frente a partir de ahora.

Chabelita

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Kiko Rivera
Gtres

Cabe recordar que un ictus se produce por la obstrucción del flujo sanguíneo de una arteria (trombosis, embolia). Esto origina una disminución del riego sanguíneo en esa parte del cerebro. Aproximadamente, el 75% de todos los ictus son infartos cerebrales, aunque este es un detalle que el músico no ha desvelado aún. De lo que no cabe duda es que los pacientes que sufren in ictus pueden convivir con secuelas y complicaciones físicas o cognitivas. A pesar de la rehabilitación, no siempre se consigue una recuperación completa y puede quedar una discapacidad secundaria que afecte al movimiento, la coordinación o el control. De momento, es lo que le sucede a Kiko Rivera. Porque además de no poder mover la mitad de su rostro, "necesita ayuda para realizar las actividades de la vida diariacomo andar, comer o asearse", tal y como indican en el citado espacio de Telecinco.

Es importante destacar que, más allá de la parte física, el enfermo también puede sufrir heridas psicológicas que necesitarán tratamiento. Es algo que Kiko Rivera ya ha notado esos cambios en su estado de ánimo. «Hoy estoy más triste. Empiezo a asimilar lo que me ha ocurrido y, aunque voy mejorando, no puedo dejar de estar triste. Es cierto que he sentido el cariño de muchos, incluso de gente que no me esperaba, para ellos un fuerte abrazo. He tenido y tengo mucho tiempo para pensar y mi vida ya no volverá a ser la misma», confiesa desde sus redes sociales. Eso sí, no deja de lado su sentido del humor. «Para darle un poco de humor (aunque sin muchas ganas) he vuelto a nacer y va y me toca la misma cara de siempre», bromea.

Vídeo: Europa Press

Vídeo: Europa Press

Al principio, cuando empezó a notar los primeros síntomas, Kiko sintió mucho miedo. Llegó a pensar incluso que no iba a salir adelante, pero por suerte todo ha ido mejor de lo esperado y ya disfruta en casa de la compañía de su familia y de un descanso que se prolongará durante varias semanas.