El primer día de visita oficial en México culminó con una cena de gala en el Palacio Nacional ofrecida por el Presidente y su esposa. Y Letizia, consciente de la importancia, se decidió de nuevo por el rojo, un color impactante y «muy español» (recordemos la cena de gala en el viaje de París). Y una vez más, Felipe Varela el autor.
Nos describen el modelo desde la casa como «vestido asimétrico en guipur tricolor amapola, coral y marsala, bordado a mano en cristal de Swarovski Siam». Era inevitable que acaparara todas las miradas.
Con este vestido completaba una jornada entera consagrada a Varela (empezó con el verde, continuó para el almuerzo con el beige que estrenó para su llegada al último viaje a Francia y terminó con este). Trío ganador.
Le queda como un guante, hay que reconocerlo, pese a que siga teniendo mis prevenciones con el hecho de los brazos al aire de la Reina, delgados, aunque fibrosos. Letizia siguió apostando por el rojo en sus labios y ciertamente estaba muy favorecida y le iba perfecto al look. Los pendientes largos de diamantes resultaron ideales y le aportaban mucha luz al rostro.
Para el peinado, Letizia recurrió al moño, mucho mejor para estas citas nocturnas, en la misma línea de los últimos, pero con ligeras variaciones. Esta vez la raya está poco definida y el pelo está recogido hacia el lado más liso e informal. El «nudo» del moño se elabora con ligeras trenzas o más bien mechones enrollados, pero con aire, sin resultar tirante ni forzado. En fin, esta versión del «moño Letizia» me ha gustado mucho.

¿Qué os parece su primer gran look en tierras mexicanas? ¿Os gusta? ¿Demasiado estrella quizás? ¿O es un bonito homenaje renovado hacia la españolidad? No sé, son solo ideas, contadme…

