El cuerpo de Álvaro Bultó fue incinerado en Suiza y posteriormente sus cenizas han sido repatriadas a España donde descansará ya para siempre.
Tan sólo sus más íntimos han acudido al funeral. Sobrinos, hermanos…todos cabizbajos y luciendo gafas oscuras, con evidentes muestras de dolor por haber perdido a Álvaro de manera tan inesperada. La tenista Arancha Sánchez-Vicario, gran amiga de la familia, se acercó al tanatorio a dar sus condolencias a la familia y asistió a la misa funeral. Aracha iba con semblante triste y acompañada de su marido, José Santacana.
La familia ha agradecido en un comunicado: «el cariño, el afecto y el respeto demostrado por los medios de comunicación» así como también agradecieron al consulado español en Berna por todas las labores en la rápida repatriación de los restos de Álvaro.