Dani Martín ha sabido mantenerse a flote en el difícil mundo de la música gracias a su talento, lo que le ha permitido ir envejeciendo con el calor que el cariño del público conlleva. Eso sí, no todo se vive igual a los veintitantos cuando formaba parte de ‘El canto del loco’, que ahora que tiene 45 años y se prepara para seguir sumando vueltas al Sol y cosechando éxitos sobre los escenarios como artista en solitario. La vida ha cambiado mucho, el camino ha sido muy largo, aunque haya sabido aprovecharlo, y de todo esto ha aprendido lecciones que le hacen valorar ahora cosas que antes no tenía en cuenta y a querer alejarse de cosas que hace tan solo unos años consideraba imprescindibles en su día a día. Una reflexión sobre sus sentimientos enfrentados que han quedado plasmados en una publicación en sus redes sociales en la que Dani Martín se ha abierto a sus fans como nunca antes.

Dani Martín Meri Loves

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Dani Martín ha querido recoger en una especie de carta abierta a sí mismo en la que plasma sus miedos, sus inquietudes, las reflexiones sobre los cambios en su vida, los momentos más delicados, su salud mental y cómo las prioridades en su vida han cambiado con el mero paso de los años y tras haber aprendido lecciones difíciles de digerir. El cantante ha comenzado su escrito reconociendo que “la juventud es un gran momento, pero el presente también”. Destaca que por muy buenos que hayan sido sus años dorados, no los cambiaba por la sabiduría y la fortaleza personal que le acompaña ahora que tiene 45 años: "A veces busco la frescura que tenía a los 28, pero siento que eso es forzado ya. Prefiero sacar la verdad que tengo con 45 años, antes de hacerme el jovencito, que lo soy, pero me siento en otro lugar”.

El cantante ha continuado su reflexión explicando cómo ha aprendido a escuchar su cuerpo y a dejarse seducir por los pequeños placeres de la vida, porque lo importante al fin y al cabo es vivir y sentirse vivo: “Me encanta enseñaros cómo ronco, que no estar delgado y comer patatas fritas si te lo pide el cuerpo es salud, que tengo granos, que soy inseguro, que me equivoco mucho, que me encanta el vino, que me gusta boxear dos veces a la semana con Pablo, jugar al fútbol los sábados con mis Jareños, que hacer una gira de pocos conciertos me hace más feliz que hacer muchos”, enumera Dani Martín, que no se olvida de cómo disfruta el “día que me veo guapo hacerme una foto de perfil, que es como yo me veo bien”.  En definitiva, es una persona normal, con inquietudes y placeres como el resto, y que no siente añoranza por los años dorados, porque le han ayudado a estar donde ahora está. Y es feliz.Dani Martín ha madurado y eso se siente también en su música, la cual es más personal: “Estoy haciendo canciones, voy a hacer un disco, pero no me apetece seguir ningún canon, ni acercarme al sonido actual, ni hacer 34 duetos, ni trabajar con los productores de moda. Me apetece hacer lo que me salga, lo que sienta. Creo que para alguien que se dedica a crear, lo más importante es vivir, da igual la etapa. Hay que vivir, hay que dejarse afectar, sentir, viajar, observar, salir de casa, conocer, aprender, errar... o no, pero a mí me sale así”.

Dani Martín salud mental
Foto: Instagram

Lo que ya no entra en sus preocupaciones es el triunfo, el éxito traducido en euros o poseer un cuerpo perfecto a base de sacrificios que no le hagan sentirse pleno y feliz: “Yo no tengo un cuerpo esculpido, jamás lo tendré. Soy torpe haciendo cosas de manitas. Me encanta fantasear, crear, vivir, soy un desastre en muchas cosas y maravilloso en otras. Me encanta comer, beber, las sobremesas, las siestas, hablar de cosas escatológicas. No me gustan las redes sociales creadoras de monstruos, me gusta más cuando se utilizan de manera natural y mostrando verdad. Soy un niño pequeño en cosas y me enfado como tal: cuando me enfado, me voy al sofá de los enfadados como un niño de 6 años y no como, como si a los demás les fuera a importar”, enumera lo que le agrada y lo que no, lo que forma parte de su día a día y lo que ha dejado atrás con el único fin de ser feliz y sentirse bien consigo mismo.

Eso sí, para llegar a este punto ha tenido que contar con ayuda profesional, un especialista que le permita entender el mundo que le rodea, a interpretar sus propias emociones y aprender a vivir aceptando a las otras personas, sin renunciar a lo que le hace único y especial. Es por ello que no tiene miedo en cerrar su mensaje confesando que “estoy medicado desde hace un año y me está ayudando mucho, acompañado de mi terapia”. Un esfuerzo por conocerse más así mismo, mirar adentro para entender lo de fuera, que está dando sus frutos y que se materializa con confesiones como esta, que sus fans han sabido agradecer y aplaudir.