Borja y Blanca Thyssen, vacaciones blancas en Baqueira
La climatología algo adversa, prevista para toda la península ibérica durante las vacaciones de Semana Santa, convencieron a Borja Thyssen y Blanca Cuesta, de cambiar su habitual destino de playa para estas fechas, por la montaña y dejar el yate por los esquíes. La joven baronesa Thyssen, que cambió el biquini por el mono de esquiadora, pudo disfrutar de unos días de tranquilidad y descanso antes de regresar a su estudio de Madrid para seguir dedicándose a la pintura, una actividad a la que actualmente se dedica de forma profesional con enorme éxito de crítica y una cotización en alza como artista.
Blanca Cuesta, pintora de éxito y una madre de familia muy experimentada, no olvidó los complementos de sus hijos para pasar la jornada en la nieve.
Superadas y olvidadas ya sus llamativas excentricidades de juventud, que tanto enfadaron en su día a Tita Thyssen, a Borja y Blanca se les ve muy centrados y estables en su relación de pareja y volcados en su vida familiar, con sus pequeños Sacha, Eric y Enzo, de los que procuran no separarse nunca y de los que están siempre pendientes, porque desean vivir su infancia muy de cerca y disfrutar viendo crecer a su numerosa prole.
Sacha, que cumplió cinco años el pasado 31 de enero, es el mayor de los tres hijos de los barones Thyssen, que han conseguido que se muestre como un hermano responsable y ejerza de valedor y protector con Eric, de dos años y siete meses, sin que se hayan producido los clásicos celos y la indeseable pelusilla entre los hermanos. Todos en la casa están locos con el bebé, el pequeño Enzo, que el próximo mes de abril cumplirá seis meses. El nieto mayor de Tita Thyssen fue el único que pudo practicar el esquí, en la escuela para principiantes, durante la jornada blanca de Borja y Blanca, ya que los dos pequeños deberán esperar aún para empezar a disfrutar en familia de esta práctica deportiva que tanto gusta a los jóvenes barones Thyssen y en la que están iniciando ya a Sacha.
Borja Thyssen ha encontrado la felicidad junto a Blanca Cuesta, la mujer a la que decidió unirse en 2007 pese a la oposición materna a su matrimonio con la enfermera y modelo. Blanca le ha dado al hijo de Tita Thyssen la familia con la que él siempre había soñado y el barón Thyssen ha apostado por un modelo de vida sereno y tranquilo, en el que desarrolla su responsabilidad paternal en cuantas ocasiones se le presentan. La tierna dedicación de Borja hacia sus hijos nos lo muestran como todo un padrazo en todas y cada una de sus apariciones públicas con los pequeños.
Ni valiosas colecciones pictóricas ni mansiones de lujo, las más preciadas joyas de Borja Thyssen son sus hijos, de los que siempre está pendiente.
En su entorno más próximo no se descarta la posibilidad de que Borja y Blanca Thyssen piensen aumentar la familia. Se dice que los barones Thyssen irán a por la niña en cuanto que crezca un poco más el pequeño Enzo, que nació hace apenas seis meses.