Mañana lluviosa para la Reina, que ha abandonado las cómodas estancias palaciegas para asistir a un seminario sobre cooperación en la Biblioteca Nacional de Madrid. Para ello ha tirado de un clásico entre los clásicos del otoño: el trench. Y además nuevo.
Me encantan las gabardinas (su nombre de toda la vida): son intemporales, favorecen a todo tipo de mujer, nunca pasan de moda y encima abrigan lo justito en estos meses de temperaturas medias, que si encima te llueve, como es el caso, te protegen del agua… En fin, todo son ventajas.
Pues bien…
El trench que hoy ha estrenado Letizia es un modelo de líneas clásicas en tono beige, con hebilla en el cuello y los puños, doble botonadura y corte recto con bolsillos laterales. Todavía no he fichado la firma, aunque tiene toques de Hugo Boss… Una cosa tengo clara: NO es de Felipe Varela. Al menos acotamos la búsqueda.
¡Ojo avizor, chicas, que estamos a la caza!
Como ya sabréis, no es el primer trench en la vida de la Reina. De hecho, tiene bastantes colgando en el vestidor. Más cortos, más largos, en diferentes colores, con trabillas, sin ellas… ¿Era necesario uno más? Quizás no, pero bueno, nunca es suficiente y nos gusta estrenar y adaptarnos a las nuevas tendencias. Eso debe ser.
Aquí cuatro ejemplos de gabardinas, para dar y tomar. ¿Cuál preferís?
El trench ha ocupado casi todo el espacio de este post, pero debo reseñar también lo que llevaba por debajo. En este caso, un clásico traje de chaqueta gris, con un top rojo, de Hugo Boss, que he descubierto en vivo y en directo cuando se ha ido quitando la prenda antes de entrar en el auditorio donde se celebraba el acto.

Casi me han llamado más la atención los taconazos de los botines negros de piel que lucía. Son de Hugo Boss y cuestan 525 euros. Su fino y altísimo tacón asomaba por la pata del pantalón, y también tenían pinta de nuevos, a juzgar por la suela tan poco desgastada.

¿Os gusta este nuevo trench? ¿Y el conjunto en general?



