La princesa Carolina de Mónaco en una imagen de archivo. (Gtres)

La familia principesca de Mónaco no acostumbra a hacer declaraciones sobre su vida privada y su celo a la hora de compartir su intimidad llega hasta el punto de ni confirmar sus embarazos hasta que el retoño ya está incluso bautizado. Por eso sorprende aún más que príncipes de Mónaco, los hermanos Grimaldi, hayan roto su silencio sobre algunos duros detalles de su infancia, como la incomprensible distancia que les separaba de sus padres. Confesiones que se han publicado en un libro con motivo del 60 cumpleaños del príncipe Alberto de Mónaco.

Las duras palabras con las que ahora se presentan los príncipes de Mónaco no solo les ha acercado a su pueblo, sino que ha ayudado a que el mundo entero entiendan su forma de actuar. Como se recoge en el libro ‘Alberto de Mónaco, el hombre y el príncipe’, hasta que la princesa Carolina de Mónaco cumplió los 14 años, no habían compartido mesa y mantel con sus padres, Rainiero de Mónaco y Grace Kelly.

Rainiero de Mónaco y Grace Kelly en una imagen de archivo.

Su vida con unos padres ausentes

Crecieron sin esa figura cariñosa en sus vidas, la cual era suplida por su institutriz, Maureen Wood, quien realmente les cuidaba: “Fue la figura clave de nuestra vida. Cuando éramos pequeños, probablemente estábamos más cerca de nuestra niñera que de nuestros padres”, recuerda la princesa Carolina entre las numerosas anécdotas, datos curiosos y acontecimientos que hasta ahora solo se habían vivido de puertas para dentro.

Los príncipes Carolina, Alberto y Estefanía de Mónaco en una imagen de archivo.. (Gtres)

Sí que hemos visto crecer a