El príncipe Harry y Meghan Markle (Gtres)

Poco a poco, hasta el mínimo detalle de la boda de Harry y Meghan Markle se está desvelando y es que tan solo quedan tres días para celebrar la que está llamada a ser la última gran boda real de la década. Eso sí, el vestido de la novia sigue siendo el secreto mejor guardado, aunque ya sabemos hasta qué comerán los 600 invitados que están convocados a ser testigos del enlace que más miradas acapara.[Así de impresionante es Cliveden House Hotel, donde Meghan pasa la noche previa]Para dar de comer a tan nutrido batallón de invitado, se han contratado un total de 30 chefs con sus respectivos asistentes, que ya han comenzado a ultimar los detalles de cara al próximo 19 de mayo, fecha de la boda en Windsor. Quin llevará el peso de la cocina será Mark Flanagam, jefe de cocina de la reina Isabel II, que ya ha confesado que “todas las verduras están entrando en temporada y ese ha sido un punto de enfoque para nosotros”, dado que el príncipe Harry y Meghan Markle desean aprovechar este tipo de productos autóctonos y de temporada para estimular los exigentes paladares de sus familiares y amigos. De hecho, el tiempo corre en su contra y ya están pelando algunas verduras para no retrasarse con minucias.

El príncipe Harry y Meghan Markle en una imagen de archivo. (Gtres)

Flanagan asegura que Harry y Meghan Markle “se han involucrado con todos los preparativos”. Eso sí, desean mantener qué comerán en secreto hasta el último día, pero sí han dado a conocer algunos detalles del menú, como que estará formado por canapés, 28.000 para ser exactos, y comida en pequeños cuencos que permitan a los invitados comer de pie y campar a sus anchas por los jardines de Windsor. Estos entrantes serán “agridulces para comerse en dos bocados”. Para bajar esta comida, por supuesto, el mejor champán y vino de bodegas reales.