Los tres días de Visita de Estado a Reino Unido, los pasados 12, 13 y 14 de julio, finalizaron con un gran éxito para los Reyes de España. Fue un triunfo personal y diplomático, que sirvió para fortalecer las relaciones entre los dos países. Nos dejó muchos momentos e imágenes para el recuerdo, que ya quedarán archivados en nuestra historia.
La Reina Isabel II ejerció de anfitriona perfecta y toda la Familia Real británica se volcó en este viaje, compartiendo con nuestros Reyes numerosos actos. También la ciudad de Londres, donde se desarrolló la mayor parte del viaje. A continuación, repasamos algunos de los momentos clave, en los que la pompa de la Corte inglesa se desplegó con esplendor: el recibimiento con honores, el espectacular banquete en Buckingham, la visita a Oxford...
Un lío de besos
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Aunque los Reyes aterrizaron en Londres en la tarde del 11 de julio, no iniciaron su Visita de Estado hasta el día siguiente. Se habían alojado en el hotel ME y hasta allí fueron a buscarlos Carlos de Inglaterra y su esposa, Camilla. En el momento de los saludos se produjo cierta confusión debido a los tocados de las damas, que dificultaron los besos. Desde ahí los cuatro se trasladaron en dos coches separados hasta el Horse Guards Parade.
Calurosa bienvenida
Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, esperaron a nuestros Reyes en un pabellón especial situado en el Horse Guards Parade, las antiguas caballerizas. Felipe y Letizia fueron agasajados con honores por más de un millar de soldados y 82 salvas de cañón desde Green Park y la Torre de Londres. El espectáculo siguió antiguos códigos de protocolo y fue muy vistoso. Letizia estrenó un abrigo de verano y vestido en tonos amarillos, uno de los favoritos de su anfitriona.
Desfile con tocado
Después los royals y los invitados se subieron a siete carruajes descubiertos, en los que recorrieron el paseo del Mall hacia el palacio de Buckingham. Abrían el desfile la Reina Isabel con Don Felipe, en un ladó de Estado de 1902, seguidos por otro con el Duque de Edimburgo y Letizia. La Reina lucía su primer tocado como Reina (el segundo de su vida), como manda el protocolo. Este es de María Nieto.
Los regalos que se intercambiaron
Almorzaron en Buckingham con un reducido grupo de invitados de ambas Casas Reales, tras lo cual la Reina Isabel les invitó a ver una pequeña exposición con objetos relacionados con España sacados de la Royal Collection. Los cuatro comentaron algunos de los regalos que le hicieron a Isabel durante su Visita de Estado a España en 1988. Los obsequios que les llevaron nuestros Reyes fueron, para Isabel: la correspondencia en edición facsímil entre Alfonso XIII y Victoria Eugenia, británica de nacimiento, antes de su boda y otro de un Libro de las Horas con el que rezaba Felipe II en el siglo XVI; y para su esposo: una clásica capa española y un grabado del mapa de la Batalla de Albuera, del siglo XIX. Por su parte, Felipe recibió un volumen recopilatorio con una selección de los Archivos Reales y un marco de plata doble, y Letizia, un fular de cachemira.
Té con Carlos y Camilla
El príncipe Heredero y la duquesa de Cornualles dieron buena muestra de su hospitalidad invitando a los Reyes a tomar el té la tarde la primera jornada del viaje. Gracias a eso podemos atisbar un poco de la decoración de Clarence House, residencia oficial de la pareja. Letizia cambió su modelo de la llegada por un bonito trench burdeos de Burberry, firma británica con la que les hacía su primer homenaje de moda.
Discurso en el Parlamento
La tarde del primer día tuvo una especial relevancia para el Rey, quien ofreció un discurso en el Parlamento británico. Su padre, Don Juan Carlos, ya lo había hecho en su visita de 1986. Don Felipe mencionó expresamente el asunto de Gibraltar, con espíritu conciliador, lo que fue muy bien valorado y aplaudido por toda la cámara.
Banquete de Estado en Buckingham
La jornada culminó con un Banquete de Estado en el Salón de Baile del palacio de Buckingham. Por cierto, los Reyes pernoctaron allí dos noches. A la cita acudieron unos 150 invitados, españoles y británicos, y todos los detalles se cuidaron al máximo. El Rey lució la Orden de la Jarretera, la más antigua de Reino Unido, que le había concedido Isabel ese día y que solo poseen ocho personas en el mundo. Letizia, por su lado, resplandeció con un vestido rojo de Felipe Varela con escote palabra de honor.
Su look más regio
Letizia brilló con las grandes piezas del Joyero Real, como la tiara de la Flor de Lis, los pendientes de chatones y uno de los dos brazaletes de Cartier. Además llevaba la banda protocolaria de la Orden de Carlos III, de la que se comentó que la llevaba cortada para adaptarla al escote del vestido. Al final no hubo "duelo de estilo" con Kate Middleton, pues no se facilitaron fotos ni imágenes juntas.
Un feliz brindis
La cena comenzó con el discurso de la Reina Isabel, al que siguió el del Rey Felipe, y un brindis final. Ambos incidieron en las buenas relaciones de ambos países, y nuestro Soberano agradeció especialmente la hospitalidad de la Reina y su familia. A la mesa estaban también Felipe de Edimburgo, Carlos y Camilla, Guillermo y Kate, el príncipe Harry, el príncipe Andrés, el príncipe Eduardo y su esposa, Sophie Wessex, y la princesa Ana y su marido, entre otros royals.
En primera página
A la mañana siguiente, los kioskos reflejaban la visita oficial de los Reyes de España. La primera página del prestigioso diario The Times estaba ocupada por una foto de Letizia en solitario, ataviada con sus mejores galas y joyas. Todos los medios británicos hicieron un exhaustivo seguimiento de las actividades reales.
Con Harry en Westminster
El príncipe Harry ejerció de anfitrión de los Reyes en su visita a la Abadía de Westmister, al inicio de la segunda jornada del viaje. Era la primera vez que el joven adoptaba un papel oficial en una cita de este calado. Y cumplió como todo un caballero. Tras recorrer el templo, les despidió a la puerta con dos besos a cada uno.
Impresionantes zafiros
Para rematar la segunda jornada del viaje, el Alcalde de la City ofreció en honor de los Reyes una gran cena en el Guildhall, un edificio de orígenes góticos. Letizia volvió a impactar con un look de gala en la línea opuesta a la noche anterior. Esta vez escogió el azul, más británico, con un vestido de Carolina Herrera. Sin embargo, lo que más llamó la atención fueron sus nuevos pendientes: unas espectaculares piezas largas con cuatro grandes zafiros cada una, que combinó con la tiara floral. Esa noche les acompañaron la princesa Ana y su marido, Tim Laurence.
Dos besos en la despedida
Isabel y Felipe despidieron a los Reyes en la puerta de Buckingham. Siguiendo la costumbre española, les dieron dos besos en la mejilla. El adiós fue muy cariñoso y entrañable, como había sido la tónica de toda la visita.
Entrañable
Esta fue la última imagen que nos dejó el viaje: la Reina Isabel y su esposo diciendo adiós a los Reyes, con una gran sonrisa. Todo había salido perfecto. Esta es la despedida a lo grande por parte del Duque de sus obligaciones oficiales, pues, a sus 96 años, ha anunciado que se retira el próximo otoño.
Recibimiento en Oxford
A su llegada a Oxford, los Reyes fueron recibidos por un grupo de escolares de entre 8 y 9 años, que les esperaban a las puertas de la Weston Library, prestigiosa institución que data del siglo XV. Los pequeños agitaban encantados banderitas de España y los Reyes posaron encantados con ellos. Luego disfrutaron de algunos de los tesores españoles que guarda la biblioteca, como una primera edición del Quijote, de 1605, y un libro que los Reyes Católicos regalaron a un rico veneciano.
Vuelta a la Universidad
Tras un almuerzo en la Divinity School, donde degustaron un menú con verduras ecológicas de la huerta de Oxfordshire, los Reyes recorrieron el Exeter College, el cuarto más antiguo de la Universidad, fundado en el siglo XV. Disfrutaron mucho del ambiente académio con gran solera. Ante la hiedra que cubría uno de los edificios, Felipe y Letizia realizaorn el último posado oficial del viaje.
Satisfechos
Los Reyes dieron un paseo muy relajados. Letizia estrenó una falda midi de vuelo de la firma Topshop, también británica, que podía adquirirse en rebajas por unos 35 euros. Ya está agotada. Tras esto pusieron rumbo de vuelta a Madrid. Su actitud denotaba el éxito del viaje.