El Rey Juan Carlos suelta amarras (pero no su bastón) en Sanxenxo: mucha emoción, saludos y ¡vivas!

El Rey Juan Carlos ha hecho su primera aparición 'oficial' tras regresar a España después de casi dos años de retiro en Abu Dabi. El Real Club Náutico de Sanxenxo ha organizado un acto de bienvenida con motivo de su asistencia y participación en las regatas que comienzan hoy y se desarrollan durante este fin de semana. La expectación era máxima y decenas de periodistas de todo el mundo estaban acreditados para captar estos momentos históricos. Para el monarca emérito suponía dar la cara ante su pueblo por primera vez en tanto tiempo. Y así ha sido.

En cuanto ha puesto el pie fuera del coche a su llegada, Don Juan Carlos ha sido recibido entre aplausos y gritos de '¡Vivas!'. Allí mismo le han saludado el alcalde de la localidad pontevedresa, Telmo Martín, y el resto de la corporación municipal. Por supuesto, también estaban sus grandes amigos de la vela, en particular con los de su equipo del Bribón, con los que se ha fundido en sentidos abrazos.

El Rey emérito, que caminaba con la ayuda de su bastón, presenta notables problemas de movilidad, pese a lo cual su alegría era innegable. Primero hablando con los regatistas y luego acercándose a las muchas personas que le jaleaban desde detrás de las vallas de seguridad y con las que ha intercambiado algunas palabras. En esos momentos, el monarca también ha necesitado el apoyo extra de otra persona. Cuando se le preguntaba por cómo estaba, el soberano decía: "Muy bien, muy bien".

Mientras tanto, su hija mayor, la Infanta Elena, permanecía a unos metros muy atenta a su padre. Recordemos que ella fue una de las pocas personas que lo recibieron ayer tarde a pie de escalerilla del jet privado que lo trajo de vuelta tras aterrizar en el aeropuerto de Vigo.

Ayer jueves por la tarde, el emérito llegaba a Vigo procedente de Emiratos Árabes Unidos. Su amigo el regatista Pedro Campos; la esposa de este, Cristina Franze, y la Infanta Elena, lo saludaban con una gran emoción. Y desde ahí se trasladaba en coche a la casa del propio Campos situada en Sanxenxo.

La prensa de nuevo le esperaba a las puertas de la residencia y al ser preguntado cómo se encontraba, Don Juan Carlos se limitaba a sonreír levemente y a levantar el pulgar de la mano a través de la ventanilla bajada. Todo ok, parecía decir. Pero ni una palabra.

La intención era romper el hielo de la tan esperada vuelta del emérito a su país y poco más. No se trata de una visita de carácter institucional, sino privada, aunque sí es lo suficientemente trascendente como para suscitar el interés mediático, tal y como ha vuelto a demostrarse este mediodía.

El Rey Juan Carlos ha cumplido con el otro trámite importante que le quedaba: posar ante las cámaras, dar señales físicas de su estado e incluso ofrecer alguna declaración. El lugar escogido es territorio amigo, el club náutico que le ha acogido en estos últimos veinte años y su querido refugio para navegar. Sanxenxo representa el sitio de sus últimas alegrías. También es territorio neutral. Parece que ni Moncloa ni la Casa Real estaban por la labor de dar más relevancia a este viaje haciendo que en su vuelta a España pisara La Zarzuela en primer término.

Ante una lluvia de flashes, hemos visto al Rey emérito caminar por su propio pie, aunque ayudado por un bastón, hacia el espacio destinado al photocall. Ayer a su llegada lo evitó e incluso bajó la escalerilla sin ayuda. Su look deportivo a tono con la ocasión y sin la gorra roja con la que ha salido de casa.

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Precisamente el monarca ha aprovechado el marco de unas regatas en Sanxenxo para hacer su 'rentrée'. Él es el patrón del Bribón, la embarcación con la que se proclamó Campeón del Mundo por segunda vez en 2019 en la categoría de clásicos de 6 metros. Su equipo reclamaba al 'Jefe', como le llaman cariñosamente, así que una vez liberado de las investigaciones judiciales, Don Juan Carlos ha considerado que esta era la mejor oportunidad.

Aunque había algunas dudas sobre su participación, finalmente Don Juan Carlos sí se ha subido al barco, aunque no en el titular sino en la lancha de apoyo. En el pantalán de nuevo hemos podido comprobar sus dificultades para moverse, necesitando de apoyo para embarcar. Esta vez Doña Elena no le acompañaba. Eso sí, al fin podrá disfrutar de su pasión por el mar.

El pasado marzo ya le anunciaba por carta al Rey Felipe que tenía intención de regresar a España, aunque solo de visita para ver a la familia y amigos, pues de momento prefería seguir residiendo en Abu Dabi, donde decía haber encontrado la tranquilidad.

A partir de ahora sus viajes previsiblemente se harán más frecuentes. De hecho, su próxima cita confirmada será el 10 de junio y de nuevo en Sanxenxo, donde competirá en el Campeonato Mundial de Vela: "Tengo que defender el título", así ha contado el alcalde de la localidad que le ha expresado el propio monarca. Dichas regatas finalizan el 19 de junio.

Antes, el próximo lunes, el Rey Juan Carlos al fin se encontrará también con el Rey Felipe en La Zarzuela, según ha destacado la Casa Real. Una entrevista a la que se sumarán la Reina Sofía (que estos días se encuentra en Miami) y demás miembros de la familia, sin especificar cuáles exactamente. Desde ahí, el emérito emprenderá el vuelo de regreso a Abu Dabi y no pernoctará en la ha sido su casa durante casi 40 años.