La Reina Sofía ha comenzado la temporada de verano como más le gusta hacerlo: yendo de concierto. Este viernes, la reina emérita ha presidido la 67 edición del Festival de Teatro de Mérida, que por segundo año consecutivo cuenta con el apoyo de la Casa Real. Con su presencia, la madre del rey Felipe VI ha arropado a la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Superior de música que lleva su nombre y que cumple este año su 30 aniversario.
![La Reina Sofía arranca el verano en el Teatro Romano de Mérida](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1024 683"%3E%3C/svg%3E)
Casa Real
A su llegada al recinto, la reina emérita ha sido recibida por el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y otros miembros del Consejo de Gobierno. Con ellos y con otras personalidades destacadas ha posado en el exterior del teatro romano antes del inicio del concierto.
Este año ha sido ella la encargada de apoyar los actos programados de la Asamblea de Alcaldes y Alcaldesas del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y aumentar -más si cabe- la repercusión mediática de esta prestigiosa cita con la cultura. Una cita a la que asistieron el año pasado el Rey junto a la Reina Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Hace 365 días, la Familia Real se mezclaba con los asistentes en una tarde calurosa como pocas y en la que el escenario acogía la representación de la obra 'Antígona', que abrió la 66 edición. Entonces, los monarcas y sus pequeñas también visitaron el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) tras recibir una calurosa acogida ciudadana a su llegada a la ciudad.
En el concierto extraordinario "Música de cámara en las ciudades patrimonio", Doña Sofía ha podido escuchar, entre otras, las sinfonías de Brahms y Schumann, compositores que no son ajenos a los gustos de Su Majestad, una apasionada de la música clásica.
La Reina Sofía, imparable
Con el Rey Juan Carlos retirado en Abu Dabi, la actividad incesante de la emérita no deja de causar fascinación y la admiración de los españoles. Lo sentido del deber no solo queda en evidencia en sus actos oficiales. También en sus viajes privados. Durante su reciente estancia en Grecia pudimos verla acompañando a su familia en una cita tan importante como el aniversario de su hermano Constantino. De allí tomaba un avión rumbo a Ginebra (Suiza), donde vive su hija menor, la Infanta Cristina, a quien visitó antes de volver a España y de quien ha estado más pendiente que nunca, en especial a raíz del ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin, en 2018.