Gestos de preocupación en los 'royals' británicos ante las bombas de los duques de Sussex

Los reyes Carlos y Camilla y los príncipes de Gales presiden una importante gala en Buckingham poco antes del debut del documental del príncipe Harry y Meghan Markle en Netflix.

El rey Carlos III y su consorte, Camilla, junto al príncipe Guillermo y Kate Middleton, forman el núcleo duro de la Familia Real británica. Ese era el claro mensaje de su última salida conjunta, para presidir la tradicional recepción con el cuerpo diplomático en el palacio de Buckingham. Allí hemos visto gestos sonrientes, pero también con una inequívoca sombra de preocupación. En pocas horas se conocerá el contenido de los tres primeros episodios del documental del príncipe Harry y Meghan Markle producido para Netflix y estos prometen volver a sembrar la discordia.

Los avances facilitados por la plataforma son lo suficientemente explosivos, con declaraciones alusivas a que "juegan sucio", como para dinamitar los frágiles puentes que se habían tendido tras el abrupto abandono de la realeza británica por parte de los duques de Sussex. Dos años en los que se han pasado por alto las polémicas declaraciones en varias entrevistas de Harry y Meghan (hablando de comentarios racistas en el seno de los Windsor) y en los que se ha tratado de recuperar cierta cordialidad, especialmente tras la muerte de la matriarca, la reina Isabel II. Sin embargo, lo que ya se ha visto de este trabajo audiovisual está plagado de 'bombas'.

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Los reyes británicos y sus herederos acudieron a esta gala palaciega con sus mejores galas. Tiaras y vestidos largos para Camilla y Kate y esmoquin con condecoraciones para Carlos y Guillermo. Los cuatro juntos, en un gesto de unidad y fortaleza frente a las turbulencias que se avecinan.

«Vi que nunca me iban a proteger», afirma Meghan Markle en uno de los 'trailers' de su docuserie, agobiada entre flashes y lágrimas en la intimidad de su hogar. Por su parte, el príncipe Harry llega a decir que «hay filtraciones, pero también datos falsos. Hay una jerarquía familiar. Juegan sucio», refiriéndose a la institución monárquica. Según la versión del documental, parece que el creciente interés sobre la figura de la duquesa de Sussex y su enorme popularidad, como un soplo de aire fresco entre los Windsor, no interesaba en absoluto. Ambos aseguran que tras la magia inicial "todo se esfumó" y se preguntan qué pasó...

En medio de esta guerra latente a punto de declararse abiertamente (en cuanto mañana, 8 de diciembre, se lance el documental), ambas partes se han dejado ver. Casi parece una 'contraprogramación' mutua. Y es que esta gala en Buckingham coincidía con la entrega de un premio humanitario a Harry y Meghan en Nueva York. Por su lucha contra el racismo, para más inri.

Allí la pareja paseó como una exhalación ante los periodistas, y especialmente ante la pregunta de uno de ellos sobre si anteponía el dinero a su familia. El príncipe Harry pasó de largo exhibiendo una sonrisa gélida. Poco después los dos participaban en una especie coloquio sobre el escenario, donde decían que "esto es solo el principio". Y además se refirieron a "derribar los muros de la opresión y la injusticia". Meghan (por cierto, luciendo un anillo de aguamarina que perteneció a Diana de Gales) también recordó sus peores momentos, cuando intentó quitarse la vida mientras vivía en palacio y que la decisión de no hacerlo "no fue fácil".

A todo esto ha trascendido que en Buckingham estarán muy atentos a las revelaciones del documental. "Me defenderé", cuentan que ha dicho el príncipe Guillermo. ¿Aviso para navegantes?