El viaje oficial del príncipe Harry y Meghan Markle está llegando a su fin. A unos días de que los duques de Sussex tengan que coger un avión vuelta a casa, ambos siguen cumpliendo con los compromisos profesionales en Australia. A pesar de que Meghan ha tenido que ausentarse de alguno de ellos, ha vuelto muy sonriente tras sentirse indispuesta.

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Hay que recordar que se encuentra en los primeros meses de embarazo y la intensidad de este viaje le ha llevado a sentirse mal algunos días. Después de varios compromisos en Australia, el matrimonio ha viajado a Fiji y Nueva Zelanda. Ahora, Meghan y Harry han aterrizado en el aeropuerto de Tongatapu en Tonga.

Meghan Markle ha reaparecido radiante con un vestido rojo midi tableado de manga larga con brocados en el pecho y en la cintura. El cinturón le permitía lucir barriguita de embarazada. Lo combinó con unos zapatos de tacón azules y un bolso de mano del mismo color.

Para la última parada de su gira por Australia, Meghan lució espectacular con un vestido rojo con brocados
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Aunque podría haber pasado desapercibido, Meghan Markle se convirtió en noticia después de protagonizar un lapsus en su estilismo. Y es que dejó a la vista la etiqueta de su vestido. El viento de Australia le jugó una mala pasada y el vuelo del vestido dejó al descubierto la etiqueta.

Meghan olvidó quitar la etiqueta de su vestido
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La duquesa de Sussex lució un vestido de una de las firmas favoritas de Pippa y Kate Middleton, 'Self Portrait'. Esto es algo que hemos podido averiguar leyendo la etiqueta que dejó al descubierto a su llegada al aeropuerto. Se trata de un vestido de 400 libras, unos 452 euros.

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Un vestido de la firma 'Self Portrait' de 452 euros
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El diseño original es largo, pero Meghan ha preferido diseñarlo en midi

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Meghan Markle no se dio cuenta en ningún momento de la etiqueta
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Los fotógrafos no dudaron en fotografiar este lapsus
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Podría haber evitado mostrar la etiquete con el diseño largo
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A su llegada, Meghan y Harry se reencontraron con los ciudadanos y un grupo de niños, con los que pudieron charlar un rato
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Tras la llegada, los duques de Sussex han acudido a la cena de gala ofrecida por el rey de Tonga. Una reaparición que ha sorprendido por la elección de su estilismo: un vestido blanco con cuello a la caja, unas mangas originales rematadas con pedrería. Esta prenda tiene el sello de la firma Theia Couture, un atelier nupcial.

Completó el look con unos pendientes de diamantes de la firma Birks de 10.200 euros, una pulsera de diamantes y clutch.

Del aeropuerto a una cena de gala

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Un vestido de novias para la ocasión
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Radiante y espectacular
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Un recogido muy original
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