A ver, hacía frío. No para morirse, pero frío. ¿Eran buenas opciones para lo que le esperaba? Paradas en un horno de pan, en un molino de trigo, en un hórreo, donde han presenciado el desenvainado de las fabes y encuentro con distintas asociaciones locales, deportiva y de mujeres, muy activas en la región... Si la actividad da calor, vaaaaleeeee...
Sin temor a los resfriados
No hay lecciones aprendidas, suponemos. El tiempo en esta zona estaba fresco y húmedo. Rodeados de montes y mucho verde, a veces el calor de los paisanos no es suficiente. Hay que abrigarse. Pero si a ella le va bien y no teme a los resfriados, perfecto también.
El año pasado también "a cuerpo"
Letizia también fue a cuerpo el año pasado. ¿Recordáis aquel fino jerseicito azul? Las temperaturas nos bendijeron entonces y lucía un sol radiante. Esta vez la Reina ha seguido la misma senda. Ella sabrá. Al menos ha elegido un calzado cómodo y cerrado: unos zapatos con cordón, tacón ancho de unos 5 centímetros y un poquito de plataforma. De Uterqüe. Se le veía encantada, libre de movimientos.
Un paseo entre robles
Además los Reyes han hecho una incursión en la Reserva Natural de Muniellos, uno de los mejores robledales de Europa. Es entonces cuando no ha podido evitarlo: al fin una prenda de abrigo, que ha sido un nuevo trench azul marino.
Una visita muy especial
La visita a Moal ha tenido todos los ingredientes típicos de esta jornada. Los asturianos se toman muy en serio esa "ejemplaridad", ganada según criterios de belleza, conservación, tradiciones... Un cúmulo de cosas del que van sobrados.
El gran estreno de Felipe Varela
Después de la gran tarde de ayer, con ese súper estreno de Felipe Varela para la ceremonia de entrega e los Premios, tampoco podíamos esperar otro sobresaliente. Ni el fondo ni la forma lo requerían. Letizia tenía que ir correcta. Las piezas son bonitas en sí... Perfectas si fuera primavera. Pero eso ya es cuestión de gustos. ¿O no?