Letizia, blanca y radiante, nostálgica de sus orígenes

Blanco, pureza, luz, serenidad... El blanco es el color absoluto, el más poderoso, y genera sentimientos positivos en las personas... No está mal para comenzar este jueves de vuelta de puente, ¿no? ¡Hola a todos!

 Abrimos el hilo para reencontrarnos con una Letizia toda inmaculada. Hoy acudía con el Rey a la presentación del Diccionario Biográfico Electrónico (DBE) de la Real Academia de la Historia, acto para el que han abierto de nuevo el Palacio Real de El Pardo. Y casi se me nubla la vista de tanto fulgor, de tanto resplandor... Ese total look en white (venga de anglicismos) hace que nos retrotraigamos en el tiempo, pero al tiempo de los dinosaurios, casi. Bueno, a 2003 y aquel día en el que Letizia entró a lo grande en nuestras vidas, y sobre todo en la del entonces príncipe Felipe, para celebrar oficialmente su compromiso. También en El Pardo, por cierto.

Todo traje blanco nos va a recordar al origen, a una Letizia primigenia que pisaba por primera vez las alfombras palaciegas. A este Armani fluido con cuello chimenea que hizo correr ríos de tinta. Todo por sus 3.000 € de coste (si no me falla la memoria). Legendario. A este siguieron otros muchos de similar estilo (o más bien uno repetido hasta la saciedad). Así que no es nada nueva la querencia de Letizia por esta tendencia. Es más, diría que la ha recuperado de su yo del pasado para reinterpretarla.

Pero el Felipe Varela de arriba no es el modelo de hoy. No. Este es nuevo. Su corte se acomoda más a estos tiempos, con la chaqueta más suelta y un solo botón y el pantalón de pierna ancha de Carolina Herrera. Bueno, en esto volvemos al Armani. Por debajo lleva un top brillante ajustado, en el que observo un corte justo por debajo del pecho. Podría ser palabra de honor.

Los complementos, en esta ocasión, los ha elegido en color camel. Tanto en el bolso, un bicolor marrón-blanco de Carolina Herrera que data de 2015, con filo dorado en la tapa (y que creo que no le habíamos visto en público antes); como en los zapatos con puntera (sí, ha vuelto) con tiras cruzadas, santo y seña de Magrit.

También los pendientes son de estreno. Largo, cubiertos de oro champán y con florecitas, que llevan incrustadas piedras naturales de fluorita y cuarzo rosa. De Coolook, cómo no. Cuestan 252 euros.

El traje de chaqueta blanco es un básico de este y todos los tiempos. Cambian, lógicamente, las hechuras para situarnos en la década que vivimos. Aunque, mirad, qué bonitos eran aquellos trajes sastre de los 70. Este lo encuentro un poco a medio camino. Lo mismo de los 90 que de los 2000, pero no me desagrada. El top puede que sí lo envejezca un poco, pero vaaaleeee...

En fin, una Letizia en clave nostálgica. Seguro que se le ha pasado por la mente su propia imagen vestida de Armani. El comienzo de todo.

Con este acto hacemos un debut y despedida. Esta semana va a ser cortita para los Reyes, pues aquí acaban su agenda oficial. Al menos vemos a una Letizia en tonos naturales, muy pulcra, y con algún regalito para nuestros ojos. A ver qué os parece ahora a vosotros...