Aciertos y errores de las invitadas en la boda de Luxemburgo
Las bodas reales son el mejor evento para testar el estilo de la realeza y la aristocracia mundial. En esta ocasión, no hemos podido evitar poner la lupa sobre las invitadas al enlace de Guillermo y Stéphanie para mostraros, según nuestro criterio, los mejores y peores estilismos que hemos visto a lo largo de estos dos días en Luxemburgo.
PASEARELA DE GLAMOUR EN LA CEREMONIA RELIGIOSA
LAS MEJORES FOTOS DE LA CENA DE GALA
Acierto: Mary de Dinamarca, tendencia “vintage”
Una vez más, la esposa de Federico de Dinamarca acertó llevando un traje en el que se congregaban varias tendencias actuales: el color morado, el peplum (volante en la cintura) y el corte retro años 40 culminado con el gran sombrero. Por cierto, Mary ya lo llevó en 2009 para la Apertura del Parlamento.
Acierto: Marie Chantal Miller, toque champán
La esposa de Pablo de Grecia sedujo con un vestido en gasa bordada de Elie Saab, que destacaba sutilmente su figura. El tono brillante achampanado le aportaba mucha luz y el peinado, un moño semirecogido, también le favorecía mucho.
Acierto: Salma de Marruecos, caftán tradicional
La esposa del rey Mohamed VI deslumbró con su melena rizada pelirroja y un caftán tradicional bordado, en tono azul, a juego con sus zapatos. La noche anterior, para la gala, lució otro en negro. Las joyas también eran espectaculares. Las representantes de la Casa Real alauita siempre llevan este tipo de prendas en las ocasiones más solemnes.
Acierto: Catalina de Habsburgo, de encaje
Catalina, a quien hace años se señaló como candidata ideal para novia del príncipe Felipe, acertó con un sencillo vestido de encaje de manga francesa en un color muy actual. La transparencia en el escote le daba un punto más sugerente, sin resultar excesivo. Y el original, pero discreto tocado, en otro color, ponía el contrapunto sin exageraciones, a veces tan habituales en este tipo de eventos.
Acierto: Sophie de Wessex, chic años 50
Hace unos años que la mujer del príncipe Eduardo de Inglaterra dio un giro a su estilo y cada vez nos sorprende más y para mejor. En esta boda destacó con un vestido de aire años 50, con falda ancha y estampado, acompañado por guantes largos y un elegante tocado.
Acierto: María Teresa de Luxemburgo, entonada
La Gran Duquesa, madre del novio, echó el resto para la ceremonia al escoger un traje de la firma belga Natan, que vistió a muchas invitadas. El gran chal sobre el abrigo, que se recogía con un broche, y el casquete en el pelo, unido al vistoso color coral del conjunto, despertaron muchos elogios.
Acierto: Sibilla de Luxemburgo, joyas de aguamarina
La aristócrata, biznieta del rey Alfonso XIII, atrajo muchas miradas con el deslumbrante aderezo de joyas que llevaba, de aguamarinas del Brasil, que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia.
Error: Máxima de Holanda, más vedette que princesa
La princesa de Orange nos pareció excesiva en la cena de gala, con el traje del diseñador holandés Jan Taminiau. El vestido burdeos y plata con cuerpo bustier y escote palabra de honor y el exagerado echarpe de gasa en forma de flor, no resultaba nada propio.
Error: Marta Luisa de Noruega, demasiada plata
La princesa de Noruega siempre va a su aire y, en ocasiones, resulta graciosa, pero su vestido plateado, entre escamas de pez y bola de discoteca de los setenta, no podemos tolerarlo.
Error: Mette-Marit, poco acorde para su edad
La princesa de Noruega no eligió el traje más favorecedor, ni por corte ni por color. El abrigo de encaje de Dolce & Gabbana no se adaptaba a su silueta y el resultado final le añadía kilos y años a la esposa de Haakon.
Error: Matilde de Bélgica, mal peinado
Si en la cena de gala nos gustó mucho con su traje azul de Natan, para la boda nos decepcionó especialmente su peinado, que le ponía años, y el tocado en forma de concha nada atractivo.
Error: Clotilde Courau, excesiva sencillez
También como en el caso de Matilde de Bélgica, en la cena de gala fue una de las más elegantes, pero para la ceremonia religiosa pecó de excesiva sencillez. Su look de cóctel parecía más propio para presentar una película que para una boda real. La ausencia de joyas y complementos, solo con un mini tocado, y el poco afortunado peinado, no ayudaban mucho.
Error: Sofía de Habsburgo, mal corte
Nos ha sorprendido la archiduquesa, acostumbrada a verla entre las más elegantes. En la boda tenemos que censurarla por el mal corte del vestido, especialmente la parte de la falda, que no se adaptaba a su figura. Tampoco nos acaba de convencer el tono desvaído del conjunto, ni los zapatos, más propios de los años noventa.
Error: Sonia de Noruega, medias blancas
A la reina de Noruega no podemos aprobarla por varios motivos: El traje en tono plata no le sienta bien, especialmente la falda, tampoco nos gusta el casquete, pero definitivamente el remate final del desacierto son las medias blancas, Nunca y en ninguna circunstancia.