Un cabello rizado bonito y definido es un sueño para muchas. Hay quienes ansían unos preciosos bucles y, sin embargo, solo consiguen unas suaves ondas en algún mechón. Otras, en cambio, tienen que lidiar con el encrespamiento, el enemigo de toda melena rizada. En cualquier caso, conseguir domar el pelo con rizos y que este se vea sano, definido y fuerte es un auténtico reto.

En la mayoría de los casos, por su composición más rica en queratina y su estructura, con mayor grosor y número de enlaces entre fibras, tiende a verse menos brillante y con un aspecto más áspero y seco. Los rizos necesitan una hidratación más profunda e intensiva que los cabellos lisos. Esto se debe a que, por su forma los bucles disminuyen el reparto del sebo natural que produce nuestro cabello impidiendo que llegue a todos los puntos de la fibra capilar por completo.

Abusar o hacer un uso incorrecto del secador o las tenacillas puede dañar el cabello y favorecer que se vea aún más encrespado y seco. También es difícil conseguir una melena sana y con volumen si aplicamos productos de coloración capilar sin nutrirla adecuadamente. En general, la clave de una melena rizada no es solo cuidarla con delicadeza y proporcionarle la suficiente hidratación, sino también utilizar productos que no la resequen y seguir una rutina adecuada. Por ello, expertos de Nivea nos dan una guía para saber cuidar la melena rizada y conseguir unas ondas o bucles definidos y un cabello más sano, fuerte y luminoso.

Los consejos más sencillos para lograr la melena rizada más bonita

Beber agua suficiente. Tanto la piel como el cabello sufren cuando les falta agua. Es imprescindible estar bien hidratados para que el pelo no adquiera una apariencia opaca. Por ello, hay que beber agua incluso antes de que tengamos sed, así como tomar otros líquidos (infusiones, zumos...) y consumir frutas y verduras, que también contienen altos niveles agua.

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Llevar una dieta equilibrada. Hay determinados nutrientes que influyen en la salud del cabello, como el cobre, el zinc, el selenio o la biotina. Una dieta variada, que incluya todos los grupos de alimentos, es suficiente para obtener los nutrientes necesarios. Eso implica comer carne, cereales, pescado, frutas, verduras, frutos secos...  En el caso de dietas vegetarianas, hay que acudir a otras fuentes para suplir estos oligoelementos.

Evitar lavar el pelo con agua muy caliente. La temperatura elevada hará que el cabello se reseque más. Si es posible, mejor una ducha de agua tibia. Para quienes necesiten el agua muy caliente, mejor evitarla sobre el cabello y dar el último aclarado con menor temperatura para rehidratar un poco el rizo.

Aprovechar las horas de sueño para hidratar. La noche es el momento perfecto para aportar un extra de hidratación al cabello. Una buena forma de hacerlo es con una mascarilla o crema muy nutritiva o con algún aceite rico en vitaminas, minerales y ácidos grasos, como el de argán. Se deja actuar durante la noche, con el pelo suelto guardado en un gorro de tela o de ducha o una toalla sobre la almohada y por la mañana se lava.

No cepillar en seco. El cepillo solo consigue convertir los bucles en mechones encrespados y romper su fibra capilar. Por eso, la melena con rizos se debe peinar cuidadosamente y únicamente después del lavado o cuando está mojada.

Junge Frau mit roten haaren bürstet Ihre Haare morgens im Badezimmer

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Los champús y mascarillas

Escoger un champú micelar, que no reseque. El secreto de las bonitas melenas rizadas es que nunca pierden la hidratación, por lo que deben huir de los productos que resequen. Algunos champús, para conseguir limpiar en profundidad, eliminan la hidratación del cabello. No ocurre así con los champús micelares. Estos champús están compuestos por micelas, pequeñas partículas con una fase acuosa y otra fase lipídica, y que funcionan como imanes para la suciedad y la grasa. Consiguen limpiar en profundidad sin ser agresivas con el cuero cabelludo ni con el cabello, y evitan la eliminación de los nutrientes necesarios para un rizo hidratado y sano.

Utilizar mascarillas nutritivas. Puede ser cualquiera que esté diseñada para cabellos rizados o, si se prefiere, hacer mascarillas caseras con ingredientes que tengamos a mano. Por ejemplo, mezclar yogur natural con aguacate es una forma excelente de aportar calcio, ácidos grasos y proteínas al cabello seco. También se puede optar por mascarillas con aceite de coco, aceite de oliva, miel o aloe vera, productos naturales muy beneficiosos para los rizos. También los aceites nutritivos con toque seco son buenos aliados para aplicarlos como protectores del pelo durante el día, y además aportan definición a los rizos o a las ondas.