Los pies pasan todo el invierno a cubierto y a veces incluso nos olvidamos de ellos. Pero en cuanto llega el verano, cobran protagonismo a todas horas. Por eso estos días nos esmeramos por que luzcan cuidados y por encontrar los colores que más se adapten a nuestro calzado. Mucha gente prefiere que la pedicura se la realicen expertos, pero también quien prefiere que nadie le toque los pies y procura hacer todo en casa. Y por fortuna, hoy en día es más que posible lograrlo. Solo necesitas los instrumentos adecuados para poder presumir de pedicura perfecta.
Cuidar de la piel, el primer paso de la pedicura perfecta
A pesar de que parece que hacer la pedicura es solo encargarse de colorear las uñas, hay muchas más cosas que podemos hacer para lucir unos pies bonitos. La primera, cuidar de nuestra piel.Antes de ponernos a pintar las uñas, sería recomendable que comenzásemos con un pediluvio. Sumergir los pies en agua con sales para ablandar las posibles durezas y cuidar de la piel.Tras un rato con los pies sumergidos en el agua, el siguiente paso es limar las durezas. Para hacerlo existen diversos métodos, el más tradicional -y no por ello menos eficaz- es la piedra pómez. Este mineral nos ayudará a deshacernos de las pieles muertas y dejar la piel más suave.
Hidratación y limado
Después de volver a sumergir los pies otra vez en el agua, lo ideal es aplicar una crema hidratante para dejar la piel en un estado óptimo y continuar con las uñas. El limado y el cuidado de las cutículas es el primer paso para darles la forma adecuada y prevenir problemas como una uña encarnada o la rotura de estas.Ahora hay limas manuales pero también limas electrónicas. Ambas son muy útiles, no obstante, con las segundas hay que asegurarse de haber elegido un modelo para usuarios y no uno profesional para que su manejo sea sencillo.
El color, el último paso
Una vez lograda la forma que queremos en las uñas con la lima, es momento de darles un poco de color. Los tonos oscuros siempre funcionan bien en la pedicura, pero en estos días de verano en los que proliferan los bronceados, podemos apostar por tonos como el blanco o el coral, que además tienen efecto multiplicador con moreno.Lo único que hay que tener en cuenta es que hay que aplicar el tono con cuidado, evitando salirse de la superficie de la uña y mejor, si podemos, de fuera hacia dentro, para que nos dure más tiempo y no se nos descascarille por la parte de arriba.