Ir de tapas es una costumbre muy española que, además, disfrutamos especialmente con la llegada del buen tiempo. Pero si no quieres que tu báscula sufra las consecuencias toma nota, estas son las opciones menos calóricas (aunque igual de deliciosas).

Banderillas (45 kcal por tapa)

Los encurtidos son una opción perfecta para picar algo sin sumar calorías. Y en cuanto a las aceitunas, aunque su contenido en grasa es algo más elevado, son muy beneficiosas, ya que contienen Omega 3 y ácido oleico.

Atún con pimientos del piquillo (150 kcal por tapa)

Los pimientos son ricos en licopeno, un pigmento vegetal natural con propiedades antioxidantes, que protege a las células del estrés oxidativo. Además, el atún contribuye a hacer frente a los efectos nocivos del sol. ¡Un combo perfecto!

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Boquerones en vinagre (80 kcal por tapa)

Al igual que el resto de pescados azules, los boquerones tienen un alto contenido de proteínas, minerales como el selenio o el magnesio y Omega 3, que ayuda a mantener a raya el colesterol.

Revuelto de setas (120 kcal por tapa)

Las setas contienen una sustancia llamada ergosterol que con la acción del sol se convierte en vitamina D. Este micronutriente favorece la absorción del calcio y el fósforo, imprescindibles para fortalecer los huesos. Apuesta por ellas en tus tapas.

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Jamón serrano con tomate (165 kcal por tapa)

El jamón serrano tiene propiedades similares al aceite de oliva, ya que la mitad de sus grasas son insaturadas. Es fuente de vitaminas del grupo B, esenciales para el sistema nervioso, y, además, protege el corazón.

Mejillones al vapor (50 kcal por tapa)

Sus proteínas ayudan a reparar los tejidos dañados y a mantener la masa muscular. ¿Más? Los mejillones también contienen una alta cantidad de vitamina B12, una sustancia que contribuye a mejorar el estado del ánimo.

Irene Rosales

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Bebe mucha gua

El agua es la bebida más natural y saludable que existe, por ello, olvida los refrescos carbonatados y decántate por ella siempre que salgas a comer o picar algo fuera. Además, ésta también te puede ayudar a evitar que te excedas con las cantidades, ya que tiene un efecto muy saciante para el estómago. ¿Un buen truco? Antes de que llegue tu plato bebe un vaso de agua fría a pequeños sorbos. Así, no tendrás tanta hambre y comerás menos.

Olvídate del pan

La mala costumbre de picotear un poco de pan antes de que traigan los platos o tapas puede echar a perder todos tus esfuerzos. Así que, aunque es complicado, intenta no hacerlo, piensa que son calorías que no necesitas y lo único que harán es evitar que pierdas peso. Esto no significa que no puedas tomar una rebanada pequeña, pero mejor en su versión integral.

Come algo antes de llegar

Está comprobado que tomar un pequeño snack ayuda a evitar un atracón nada más llegar al restaurante o bar. Puedes tomar un poco de fruta o un yogur desnatado. El muesli también puede ser una buena opción para calmar el hambre y garantizar una digestión ligera que te permita disfrutar al 100% de la comida después.

Elige porciones pequeñas

Olvídate de la norma de tener que dejar el plato reluciente. Si te dejas las patatas fritas o una croqueta no pasa nada. Además, si tienes la opción de pedir una ración o unas tapas más pequeñas no lo dudes y hazlo. ¡Ah! y si tienes que elegir una salsa para tu plato, opta por las de tomate natural, no tienen tantas calorías como una salsa con nata y muchas veces entre sus ingredientes se encuentra el chili, perfecto para estimular el buen funcionamiento del metabolismo y quemar grasa más rápidamente.