A pesar de que la cultura solar ha mejorado poderosamente y ya somos conscientes que la protección solar es necesaria, son muchos los errores que aún cometemos frente a los rayos UV. Hay dos clave según la AEDV (Academia Española de Dermatología Venerología). El primero, que aplicamos poca cantidad. La equivalencia correcta es de 2 mg por cm de piel. El segundo, que que no repetimos la aplicación las veces suficientes mientras tomamos el sol.

La inconsciencia solar

Cuidado con el sol

La inconsciencia solar es mayor entre los adolescentes y los jóvenes. Por eso no es de extrañar que en un país como España, hayamos dilapidado el capital solar a los 18 años. Son las horas de sol que la piel puede tomar sin sufrir daños. Y depende del fototipo de cada cual y viene determinado por la genética.

Tu piel no olvida 

Cuidado con el sol

Algo que no debes olvidar es que tu piel tiene memoria. Las quemaduras solares en la infancia y la adolescencia pueden ser las responsables  de problemas futuros.  Y pueden aparecer durante la madurez problemas serios, como el melanoma. De ahí que haya primero que prevenirlas utilizando un fotoprotector adecuado. Y no solo al tipo de piel, sino al lugar donde nos encontremos y la actividad que estemos realizando.

Si te quemas 

Cuidado con el sol

Si a pesar de las precauciones, nos hemos quemado, habrá que tomar medidas para evitar la tragedia cutánea. Ante una piel enrojecida, jamás hay que emplear jabón al ducharse. Y el agua no debe superar los 28 grados centígrados. Tras el agua dulce, es indispensable calmar la piel. Lo ideal es utilizar lociones ricas en vitaminas E y F, que contribuyen a restauran el manto hidrolipídico.

Si te duele la piel

Si la quemadura es dolorosa, se pueden poner compresas sobre la misma a base de agua fría. Mejor aún si utilizas agua termal y vinagre o manzanilla. Además, conviene hidratar el cuerpo a base de líquidos: agua, zumos naturales fríos, té helado…

Para calmar el rostro

Para calmar el rostro, nada mejor que el ácido hialurónico. Esa prodigiosa molécula que es capaz de retener agua hasta 1.000 veces su peso. Es por ello el principio activo hidratante por excelencia. Otro de los mejores recursos para calmar las quemaduras, es el aloe vera. Si tienes una planta en casa, no tienes más que cortar un trozo, aplicar su sabia sobre la zona enrojecida y dejarla actuar durante toda la noche.

Qué no debes echarte

Por supuesto, quedan terminantemente prohibidos los cosméticos con AHA’s (Alfahidroxiácidos). O con retinoides y realizar cualquier tipo de operación exfoliante.  Y recuerda que las zonas más proclives a las quemaduras son aquellas partes que ofrecen una superficie más elevada: hombros, senos, abdomen….. Y otras que a menudo olvidamos proteger: orejas, pies, cuero cabelludo…