Piernas para lucir

Dicen que las piernas más largas y sexys del cine con las de Julia Roberts, de la cadera a la punta del pie, miden allá por el 1,20 cm. Envidiables, sin duda. Y sin duda, una quimera para la mayoría de las mortales. Sin embargo, para lucir unas bonitas piernas, no es necesario ser una estrella de Hollywood. Existen muchos recursos para embellecerlas, camuflar sus defectos y ensalzar sus virtudes.

¿La primera clave?, mantener su piel hidratada. Ese gesto de nutrirlas al salir de la ducha, o mejor aún, antes de acostarse hará que siempre estén suaves y satinadas. Si además, al aplicarte la loción realizas un masaje ascendente, de los tobillos a los muslos, conseguirás activar la circulación sanguínea de retorno, previniendo males como las varices, arañas musculares, el hinchazón de tobillos y la acumulación de toxinas, directamente relacionada con la aparición de celulitis. Otro recurso infalible para mantenerlas esbeltas y ligeras, es dormir con los pies un poco más altos que la cabeza, basta con que coloques, bajo el colchón, un cojín redondo a la altura de los tobillos. En la ducha, te aconsejo que te realices a diario una miniducha escocesa. Es sencillo, no hay más que rociar, alternando el agua fría con la caliente y terminando siempre por esta última, en sentido ascendente, al menos un par de veces.

Uno de los mayores enemigos de unas piernas esbeltas, además de la grasa localizada en zonas críticas (rodillas y muslos) es la falta de firmeza. Si es del tejido, evidencia los defectos, sobretodo visualizando la piel de naranja. Si es muscular, se acentúa básicamente en la cara interna del muslo, la parte baja de los glúteos y sobre las rodillas. En ambos casos, además de los cuidados domésticos, dan muy buenos resultados los tratamientos con aparatología. Para la flaccidez de la piel, la radiofrecuencia es la tecnología estrella; para la muscular, la electroestimulación. Ambas se pueden combinar si los problemas vienen juntos. Recordar que se necesitan al menos 12/15 sesiones para obtener resultados y deben ir acompañados de un poco de ejercicio (caminar 30 minutos al día a paso ligero y olvidar el ascensor, por ejemplo), beber agua o líquidos sanos (2 litros mínimo) y una dieta sin excesos.