La Reina Victoria Eugenia de Battenbertg murió a los 81 años, a consecuencia de una disfunción hepática irreversible, junto a sus hijos y nietos en abril de 1969 en su residencia Vielle Fontaine de Lausana, en Suiza. Su joyero guardaba una colección de piezas exclusivas de un valor incalculable que ella misma, a través de su testamento, decidió que gran parte de ellas fueran a parar a la Familia Real española. Sin embargo, otras fueron a parar a otros miembros de la familia y llegar a mano de los Lequio, quienes ahora han decidido ponerlas a subasta en una de las casas de subastas más reconocidas a nivel mundial. 

La casa de subastas Christie's ha sacado a subasta hasta el próximo mes de mayo un broche realizado con dos esmeraldas que perteneció a la reina Victoria Eugenia y que, posteriormente, terminó en las manos de la madre de Alessandro Lequio, a quien se lo pudimos ver por última vez. Al parecer, esta exclusiva pieza fue heredada por la Infanta Beatriz, Princesa de Civitella-Cesi. Tras su muerte en el año 2002,  esta joya fue a parar a su hija mayor, Alessandra Torlonia y Borbón, conocida como Sandra Torlonia, madre de Alessandro Lequio. 

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Broche de la reina Victoria Eugenia

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Sale a subasta el broche de esmeraldas y diamantes que formó parte del joyero de la Reina Victoria Eugenia

Este broche, que se encuentra en subasta, es una pieza formada por dos esmeraldas colombianas y rodeadas de diamantes de talla antigua. Posteriormente, en torno al primer cuarto del siglo XX, se le añadió un pasador. Precisamente, fue a la madre de Alessandro Lequio la última persona a la que se lo vimos. Lo lució en la boda del colaborador de televisión y su mujer, María Palacios, en noviembre de 2008. Desde entonces, se ha perdido su pista hasta ahora, que ha ido a parar a una casa de subastas.

Como hemos dicho anteriormente, este broche formaba parte del joyero de la Reina Victoria Eugenia y tenía dos pendientes de esmeraldas a juego. Sin embargo, de esta última pieza se perdió el rastro después de que falleciera la Reina Victoria Eugenia y, de momento, solo se podrá pujar por el broche, por lo que se desconoce qué pasó con los pendientes. 

Ya se puede hacer una oferta a la casa de subastas para conseguir el broche que perteneció al joyero de la Reina Victoria Eugenia. Se estima que el precio de la misma estaría alrededor de los 200.000 euros, por lo que tan solo unos cuantos podrán intentar conseguir esta pieza histórica. 

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La Casa Real española guarda una histórica colección perteneciente a Victoria Eugenia

Ahora, el Rey Felipe VI podrá recuperar esta joya de la que fuera su bisabuela. Sería un espectacular regalo para la Reina Letizia con motivo de su 20 aniversario de bodas, que tendrá lugar el próximo 22 de mayo. 

En el joyero real ya se guardan las conocidas joyas de pasar, que Letizia ha utilizado en las ocasiones más especiales. Estas son las alhajas que la mujer de Alfonso XIII legó a las que se convirtieran en las Reinas de España. Se trata de una histórica colección formada por una tiara, broches o incluso valiosos collares y pulseras que en un futuro formarán parte de la herencia de la Princesa Leonor. 

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El motivo por el que se llama 'joyas de pasar'

El término joyas de pasar lo acuño doña María de las Mercedes de Borbón, nuera de la difunta reina Victoria Eugenia y madre del Rey Don Juan Carlos. Con este nombre se refería a esas alhajas que su marido, don Juan de Borbón, había heredado de su madre, la Reina Victoria Eugenia. La condesa de Barcelona eligió este nombre, ya que en el testamento, Ena, como se le conocía familiarmente, había dejado por escrito que "desearía, si es posible, se adjudicasen a mi hijo don Juan, rogando a este que las transmita a mi nieto don Juan Carlos". 

Con esta decisión, la Reina Victoria Eugenia pretendía que esta exclusiva colección de joyas, formada por un total de ocho piezas, se fueran pasando de generación en generación, siempre en poder del jefe de la Casa Real española. Por este motivo, la madre del emérito decidió bautizarlas como "joyas de pasar". Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando la Reina Victoria Eugenia escribió sus últimas voluntades o incluso falleció, la familia real permanecía en el exilio y España era una dictadura con Francisco Franco en el poder.