La duquesa de Montoro ha compartido una serie de imágenes del interior del emblemático edificio.
La Navidad es la época del año por excelencia en la que miles de familias se reúnen para cenar en noches como la de Nochebuena, y en el caso de los famosos no iba a ser distinto. Eugenia Martínez de Irujo ha aprovechado el 24 de diciembre para poner a punto el Palacio de Liria y disfrutar de una velada de ensueño junto a su familia, aunque eso sí, sin Cayetano Martínez de Irujo. Y es que, aunque la duquesa de Montoro permanece ajena a toda polémica tanto familiar como con su ex a raíz de su entrevista en ‘¡De Viernes!’, lo cierto es que su relación con su hermano sigue siendo prácticamente nula.
“¡Nochebuena! Risassss, ¡lo mejor del mundo”, ha escrito Eugenia Martínez de Irujo en el pie de una serie de imágenes en la que posa en pleno salón del Palacio de Liria. En el carrusel de instantáneas en cuestión se aprecia la exquisita decoración que adorna este enclave del siglo XVIII en unas fechas tan señaladas como si de un cuento se tratase.
En la mesa principal, en la que tuvo lugar la cena de Nochebuena, no faltaba detalle. Cada comensal contaba con su cubertería y a lo largo del inmueble había hasta cuatro candelabros para dar una sensación de mayor intimidad en la velada. Además, alrededor de estos también había pequeñas plantas decorativas que otorgaban un toque de elegancia al resultado final. Pero sin duda, si hay algo que destaca en la sala en la que sucedió la celebración son los enormes cuadros que la componen, además de una lámpara de lo más excéntrica que ilumina el sitio de manera íntegra.
En otras de las fotografías en las que Eugenia posa con su look escogido para la cita puede verse más del interior del Palacio de Liria. Mientras que las paredes cuentan con estampados sofisticados, el suelo es de parqué y sobre él reposan varias alfombras, sillas y cómodas al más puro estilo vintage que van en perfecta armonía con el resto del palacio.
La labor de la madre de Eugenia Martínez de Irujo por el Palacio de Liria
No hay duda de que el Palacio de Liria es uno de los edificios más icónicos de la capital española y durante años ha sido el refugio de la duquesa de Alba. Tal es la importancia de este enclave, que la Fundación Casa de Alba lo abrió al público previo pago de entrada para que todo el mundo tuviera oportunidad de ver cómo vivía la aristocracia en la intimidad.
Aunque en 1936 fue bombardeado y destruido, Cayetana Fitz-James Stuart hizo todo lo posible para promover su reconstrucción. Y lo consiguió. La duquesa de Alba pudo salvar muchos de sus tesoros, como por ejemplo cuadros familiares que ahora adornan las paredes en cenas como la del pasado 24 de diciembre, en la que Eugenia no contó con la compañía de su hija Tara Rivera. La joven cenó con su padre, Francisco Rivera; su esposa, Lourdes Montes; y sus hermanos pequeños.