Lleva dos meses en el ojo del huracán. Desde que Kate Middleton se sometió el pasado 16 de enero a una cirugía abdominal no ha pasado ni un solo día en el que su persona no haya sido objeto de alguna información, especulación o teoría conspiratoria en cualquier parte del mundo. Y mientras tanto, el Palacio de Buckingham se ha limitado al silencio o a proporcionar algún dato con cuentagotas, que no sirve para arrojar luz sobre tanto misterio. Una estrategia que ha conseguido poner en pie de guerra a la prensa inglesa, pero que podría estar más medida de lo que parece para poner voluntariamente el foco sobre la princesa de Gales y que todos se olviden de la situación que está viviendo el rey Carlos III, en pleno tratamiento contra un cáncer del que tampoco se están avanzando datos.
Toda la presión para Kate Middleton
¿Podría estar haciendo la futura reina de Inglaterra, y por extensión su marido, el príncipe de Gales, un servicio a la corona poniéndose en el foco para dejar tranquilidad al Rey y evitar que se especule con abdicaciones y sucesiones? No sería la primera vez que pasa en la familia Windsor. El propio príncipe Harry aseguró en su libro de memorias, 'Spare', que es una práctica habitual en 'La Firma' (c0mo también se conoce a la institución de la monarquía inglesa) poner el objetivo en uno de sus miembros para evitar que se hable de otros. Él y su mujer, Meghan Markle, lo vivieron en sus propias carnes, y ahora es en Kate Middleton donde se ha puesto toda la atención.
Los problemas matrimoniales de los príncipes de Gales
La bola se ha hecho tan grande que las especulaciones no solo afectan a la salud de la Princesa, también han salpicado a la vida matrimonial de los herederos, con la vuelta a la actualidad de una supuesta amante de Guillermo, Rose Hunbury. Los príncipes de Gales están devastados y conmocionados con todas los comentarios que han aparecido sobre su matrimonio. Una fuerte crisis que podría terminar en divorcio, una gran depresión de Kate que no le deja aparecer en público... Las teorías no hacen más que multiplicarse, y mientras tanto en Palacio de Buckingham deja que se continúe especulando sin fin.
En todo este tiempo solo en una ocasión, el pasado 29 de marzo, se emitió un comunicado oficial ante el estado de alarma y la incertidumbre por la evolución de Middleton: "El Palacio de Kensington dejó claro en enero los plazos de recuperación de la princesa y solo proporcionaríamos actualizaciones significativas. Esa guía se mantiene", unas palabras nada esclarecedoras y que no sirvieron para terminar con las teorías. Y una segunda ocasión fue cuando la propia Kate Middleton tuvo que pedir disculpas por la manipulación de la foto que había publicado para felicitar el Día de la Madre en Inglaterra: "Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quiero expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer".
Entre tanto maremagnum cada vez es mayor la confusión. Cuando se anunció la operación de Kate se dijo que la Princesa iba a estar de baja hasta después de Semana Santa, recuperándose en su casa de Adelaide Cottage, en las inmediaciones del Castillo de Windsor. Pero ese periodo podría extenderse hasta mediados de abril, cuando los tres hijos de los príncipes vuelvan al colegio tras las vacaciones.
Es entonces cuando se espera que, con las fuerzas suficientes, la propia Kate hable de su enfermedad y del proceso de recuperación, restaurando la confianza que los ingleses han perdido tras todos estos traspiés mediáticos, y rehabilitando su imagen.
La buena noticia es que la recuperación parece que se está desarrollando en los términos establecidos, ya que el pasado domingo los príncipes de Gales fueron vistos en su tienda favorita de productos agrícolas, muy cerca de su casa de Windsor, ante la sorpresa del resto de los clientes. Solo ha trascendido un vídeo de la pareja (con Kate muy delgada prácticamente irreconocible) que no ha logrado acallar toda la rumorología. Al contrario, nuevas teorías aseguran que realmente no es la princesa de Gales, que se trata de una doble, o que se puede apreciar decoración navideña que delata que no son actuales. La misma línea conspirativa que ha acompañado estos meses la figura de Middleton.
El rey Carlos III, con una recuperación más tranquila
Y mientras Kate Middleton tiene que vivir todo el posoperatorio envuelta en dudas, su suegro puede transitar el tratamiento de su enfermedad con toda la tranquilidad que requieren estos procesos.
Es verdad que el palacio de Buckingham fue muy claro al comunicar que el Rey tenía que someterse a una operación de un tumor benigno de próstata, y el 5 de febrero anunciaron que padecía cáncer (que le fue detectado durante esa intervención) y que inmediatamente comenzaría con el tratamiento. Una actuación diametralmente opuesta al hermetismo con Kate Middleton. Pero, a partir de ese momento, poco más se ha sabido. No han dicho tipo el tumor que padece (solo que no es de próstata), la gravedad o como lo está tratando.
El Rey ha aparecido trabajando en ocasiones puntuales desde su despacho, ha recibió al primer ministro británico, Rishi Sunak, y también quiso agradecer los mensajes de apoyo y cariño que los ciudadanos le habían enviado para una pronta recuperación. La última imagen fue el pasado 13 de marzo en una audiencia con Patricia Janet Scotland, secretaria general de la Commonwealth, con un aspecto visiblemente más delgado.
Pero si Kate Middleton no estuviera ocupando todos los titulares seguro que muchas de las preguntas se volverían hacia la delicada salud de Carlos III (la Casa Real ya se ha visto obligada a desmentir el bulo sobre su muerte surgido en Rusia) y la posibilidad de una abdicación o regencia en el príncipe Guillermo, en el caso de que el monarca sea declarado incapacitado para los asuntos de Estado. A sus 75 años, y solamente año y medio después de subir al trono, la situación no es la esperada.
Si realmente la situación del Rey es más grave de lo que se anunció en un principio, se estarían llevando a cabo todos los procesos y operaciones que requiere la Institución pero con la tranquilidad y la calma de no tener el foco permanente sobre ellos... Para eso ya está Kate Middleton.