Tras el polémico vídeo del Príncipe Guillermo y Kate Middleton, el Palacio de Kensington ha hablado. Son muchas las personas que llegaron a dudar si verdaderamente se trataba de la Princesa de Gales o no, razón por la que la institución británica ha tomado la palabra para asegurar que sí era ella. Un movimiento totalmente inesperado por parte de la Casa Real, pues suelen permanecer ajenos a todos los comentarios que se puedan llegar a decir sobre sus miembros.
En el clip compartido por The Sun puede verse a Kate Middleton y al heredero al trono saliendo de un mercado navideño. Ambos lucen sonrientes, con vestimenta casual y llevan consigo algunas compras, dejando entrever que la Princesa de Gales se recupera favorablemente de la cirugía abdominal por la que permanece de baja desde hace más de dos meses. Para verificar la información dada, el medio en cuestión hacía públicos los datos sobre la fecha y el dispositivo con el que se habían tomado unas imágenes que han dado la vuelta al mundo en tan solo unas horas.
Sin embargo, en cuanto salieron a relucir muchos llegaron a dudar de su credibilidad. Los más observadores aseguraron con total confianza que no se trataba de Kate, aunque otros prefirieron simplemente bromear con el asunto y cuestionarse cuál ha sido la razón por la que ella misma no ha lanzado un comunicado para disipar cualquier tipo de duda. Dado el revuelo que ha generado esta aparición, al Palacio de Kensington no le ha quedado más remedio que despejar la gran incógnita y revelar que sí era ella.
De momento, quien no ha tomado la palabra para explicar cómo se encuentra ni para tener una toma de contacto con los ciudadanos ha sido la propia Middleton. Desde su polémica reaparición 2.0 con motivo del Día de la Madre en Reino Unido, la futura consorte ha preferido mantenerse en un discreto segundo plano. Algo que no resulta en absoluto extraño, pues fuentes cercanas a ella confesaron que se sentía “muy mal” por haber retocado la fotografía con sus hijos sin llegar a imaginar que tendría la repercusión que tuvo. También indicaron que estaba muy “disgustada” por la situación”. Algo que no favorecía en absoluto a su recuperación y por lo que quizá necesite más tiempo hasta que finalmente se dé su ansiada vuelta a la vida pública. Un retorno que estaba previsto para después de Semana Santa, pero que todo apunta a que se hará esperar.
El Palacio de Kensington disipa todas las dudas sobre el estado de salud de Kate Middleton
En cierto modo, con este comunicado aclaratorio Casa Real ha resuelto cualquier duda que pudiera haber sobre el estado de salud de Kate. El tema ha generado una gran controversia a lo largo y ancho del globo, ya que se había llegado a creer que el problema que atravesaba la esposa del Príncipe Guillermo era mucho más serio de lo que en un primer momento habían revelado. Esto se debe al hermetismo que ha girado en torno al bienestar de la cuñada del Príncipe Harry, con quien la institución no ha gozado de una transparencia tan considerable como con el Rey Carlos y su diagnóstico de cáncer.
Desde que tuvo lugar su intervención quirúrgica, todas las miradas han apuntado hacia la Princesa de Gales. Nadie daba detalles sobre su estado, simplemente se sabía que había hecho de Adelaide Cottage su lugar de confianza para pasar su recuperación junto a sus hijos y su marido. A medida que pasaban los días, más eran las preguntas que se hacían sus seguidores, hasta que TMZ hizo públicas sus primeras imágenes tras la operación. En ellas, Kate aparecía en el asiento del copiloto de un coche conducido por su madre. La esposa del futuro Rey británico lucía unas amplias gafas de sol que impedían que se viera una gran parte de su rostro.
Unos días más tarde, volvía a salir a relucir una instantánea de Middleton, esta vez junto a su compañero de vida. Ambos aparecían sentados en la parte de atrás de un coche, y ella giraba la cara en todo momento para evitar el contacto visual con la prensa, lo que hacía crecer que no estaba dispuesta a desvelar ninguna minucia sobre cómo se encuentra. Eso, sumado a la polémica del montaje de su imagen familiar, hacía saltar unas alarmas que parecen apagarse poco a poco.